Al chimbero Fabián Gramajo lo ven dentro del peronismo como una pieza necesaria pero la relación con los operadores del uñaquismo y del giojismo está lejos de cimentarse en la confianza. Que pide mucho, que se fue con Gioja, que no le responde al peronismo en Diputados. Estos son algunos de “los pesares” que le cuentan los dirigentes de ambos espacios a cualquier periodista de política que les pregunta por el chimbero. En un momento de acomodamiento interno del peronismo, en el que el duelo por la derrota electoral está comenzando a elaborarse con análisis más concienzudos, Gramajo es tema de conversación. Es que una de las espadas que no puede perder el PJ es la mayoría que ostenta en Diputados. Si bien el diputado Gabriel Sánchez, que responde al San Juan Te Quiero, votó en sintonía con el peronismo el RIGI, en la pasada sesión le dio una mano a Juntos por el Cambio, alzando la mano en favor de la recensión del contrato con la UTE que construía El Tambolar. “Uno nunca sabe para dónde va a disparar”, coinciden las fuentes consultadas. Y a Gramajo ser enigmático le encanta.
La primera gestión del chimbero como intendente fue coincidente con la primera gobernación de Sergio Uñac. La campaña fue dura: en las PASO hubo dardos cruzados con el otro precandidato al sillón municipal, Carlos Mañé. No en vano definen al peronismo chimbero como muy áspero, al igual que el de Caucete. En el 2015, con el triunfo de Gramajo, se puso en marcha oficialmente el Chimbas Te Quiero, un slogan que terminó siendo mucho más ambicioso y que ahora alcanza a todo el territorio provincial. En el 2019, Gramajo se terminó imponiendo nuevamente en las urnas, con un caudaloso número de votos.
La relación Gramajo-Uñac empezó bien, se rompió y se retomó a los tropezones. En política, las heridas necesariamente las cura el tiempo y la necesidad. Hubo alianza con Sergio Uñac en la interna en la que el pocitano enfrentó a Juan Carlos Gioja, en marzo del 2020. Mostró músculo en el último tramo de su gestión, en la que no solo anunció a su esposa, la dirigenta Daniela Rodríguez, como su sucesora sino que pegó el salto al giojismo y acompañó a José Luis Gioja como compañero de fórmula en la pelea por la gobernación.
Hubo gestos que se transformaron en antecedentes del quiebre con el uñaquismo. Uno de ellos fue una foto de Gramajo con Fabián Martín en el emblemático carnaval chimbero, imagen conocida como la “foto de los fabianes”. La relación estaba dañada y terminó de romperse con su pase al otro lado de la interna, sintetizada en la fórmula Gioja-Gramajo.
Hasta último momento hubo intentos del uñaquismo de cerrar a Gramajo dentro de la estructura, pero no hubo suerte. El chimbero sentía que era su momento. Y las ofertas del círculo U se quedaban cortas frente a sus aspiraciones. Habló con todos. El diputado Walberto Allende fue uno de los que no se rendía: quería sellar un pacto de unidad. Finalmente no hubo acuerdo y Cristian Andino fue quien secundó primero a Sergio y después a Rubén.
Las elecciones pasaron. El peronismo perdió. Gramajo no se convirtió en un giojista más y como esperaban desde el espacio, se terminó abriendo finalizada la contienda electoral y fundando el San Juan Te Quiero, con sede en calle San Luis. La provincialización de su ideario. En el 2023 consiguió conservar Chimbas y sumar un diputado propio, Gabriel Sánchez, que armó un bloque unipersonal y mostró un recorrido sinuoso en estos ocho meses en el recinto.
En el medio se sumó la interna peronista, en la que nuevamente las jugadas de Gramajo estuvieron envueltas de misterio. “Pide mucho” y “Le dimos mucho”, fueron las palabras que se escucharon en la previa y en el post arreglo con el chimbero, que terminó con un cuarto lugar en el Consejo, dos dirigentas propias en el Congreso y Daniela Rodríguez como presidenta de la junta departamental.
El último pase de facturas sucedió con el voto de Sánchez en Diputados, en el que sumó un voto para el orreguismo, que logró constituir una nueva mayoría y obtener la bendición legislativa para rescindir el contrato con la UTE que construía el dique El Tambolar. La actitud generó molestia y por esa razón hubo una reunión en la Cámara el jueves 5 de septiembre entre Gramajo y el presidente del PJ y jefe de la bancada peronista, Juan Carlos Quiroga Moyano.
En el team Uñac y en el team Gioja miran de reojo al chimbero. Algunos fueron fuertes y aseguraron a este diario que cuesta alcanzar acuerdos porque “la palabra” del dirigente es oscilante. Y a Gramajo ese papel le gusta, le viene anillo al dedo. Le dice a su círculo que aprendió durante estos años a manejar los tiempos y a romper con “las cadenas políticas”. "No tiene brújula", contestan en un debate sinfin.
Aunque no haya confianza plena, Uñac y Gioja saben que no tienen armados poderosos en Chimbas. Que todos sus dirigentes juntos no suman, que Gramajo sigue siendo el hombre fuerte dentro del departamento, el cuarto en cantidad de votos de la provincia (suma 72.870) y un territorio amigable con el peronismo. No es momento de perder aliados con unas elecciones de medio término que tendrán su primera instancia en agosto del año que viene. Once meses. El chimbero quiere ser parte de una gran PASO, con la que sueñan los justicialistas para el 2025, en una elección que promete encuadrarse en Milei sí/Milei no.
Los hechos demuestran que no habrá cambios en el corto plazo. No cesará la desconfianza. No cambiará el camino zigzagueante de Gramajo. Pero como esas plantas que dependen unas de otras para sobrevivir, Uñac, Gioja y el chimbero tienen en claro que esa relación simbiótica debe continuar.