En una jugada que parece diseñada por el intendente de la provincia, y precandidato a gobernador Martín Llaryora, el concejal Diego Casado invitó al dirigente macrista Rodrigo de Loredo a realizarse una rinoscopia, una prueba que demuestra si quien se somete consume o no cocaína.
El proyecto que impulsa Casado “obliga a realizar rinoscopias a funcionarios”, y “surge por un artículo de la ley de estupefacientes”, explicó el edil.
En ese marco, invitó "a Rodrigo De Loredo a hacerse estos exámenes y que explique sus relaciones con personas del bajo mundo".
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También sumó en el convite a los radicales “Marcelo Cossar y Ramón Mestre a hacerse estos estudios de rinoscopia para darle transparencia a la función pública".
El impulso al proyecto de ordenanza municipal de rinoscopia para funcionarios se da en el marco de la creciente inseguridad en Córdoba, ciudad que sus habitantes temen se convierta, poco a poco, en una nueva Rosario.
Quien salió al cruce de Casado fue Luis Juez.
Advirtiendo el movimiento como el inicio de una “campaña sucia”, el precandidato a gobernador macrista dejo polémicas declaraciones: “La política está más preocupada si un dirigente es drogón que ladrón. Qué me importa que te metés en la nariz; a mí lo que me duele es lo que te metés en el bolsillo”.
Como dato interesante, hay que recordar que en 2017 el actual senador Luis Juez se sometió exitosamente a una rinoscopía, tras un insidioso peidido de legisladores que respondían a José Manuel de la Sota.
Con ese examen "limpio", Juez se dirigió a Tribunales e inició acciones legales contra los justicialistas.