En año electoral, uno de las tareas políticas encomendadas por Alberto Fernández y Máximo Kirchner al ministro Matías Lammens y a Santiago Carrera fue la negociación con los dueños de los derechos de televisación del fútbol para abrir la transmisión por la TV Pública.
Los derechos del fútbol pertenecen, tras varias negociaciones y fusiones (ver nota relacionada) a Disney y a Turner.
La misión imposible oficial era conseguir que cada compañía ceda dos partidos para tener cuatro partidos gratuitos, a uno por día: viernes, sábado, domingo y lunes.
Disney, que ya negoció la extensión de los derechos de 2027 a 2030, firmó sin problemas.
Turner, en tanto, se plantó en conseguir, de mínima, o un aumento en la tarifa o la misma extensión de Disney. De máxima, las dos cosas.
Finalmente, se confirmó el acuerdo con Disney y se avanzará en la transmisión gratuita de dos partidos, por fuera del pack fútbol, a través de la señal estatal de TV.
El gobierno asegura que sigue negociando con Turner, para ver si logran que el gigante norteamericano acepte sin condiciones. Algunas fuentes cercanas a Lammens dejaron trascender que la empresa que controla TNT Sports dio señales de acuerdo pero se negó a ceder un clásico cada 15 días como le pidieron los negociadores oficiales.
Si cedieran a las pretensiones del gigante norteamericano, temen que sea advierta como un retroceso ante la postura irreductible de otro grupo económico poderoso, tal como se leyó en gran parte de la opinión pública con los casos Vicentín y Mesa de Enlace, entre otros.