La Cámara Federal derrumbó la investigación del juez Ramos Padilla y descartó la figura de asociación ilícita para Silvia Majdalani y Gustavo Arribas, ex1 y 2 de la AFI macrista, en la causa por espionaje ilegal contra políticos, sindicalistas y jueces, muchos del espacio político de Mauricio Macri.
Los jueces que tomaron la decisión fueron blanco de críticas por su ligazón con el macrismo. En el caso del magistrado Mariano Llorens, constan varias entradas a la Quinta de Olivos mientras Macri era presidente, una actitud que, según el Frente de Todos, es totalmente impropia.
El segundo juez que alivió la situación judicial del ex presidente es Pablo Bertuzzi, quien fue trasladado a la Cámara durante el macrismo, sin haber concursado. Este nombramiento fue cuestionado por el Consejo de la Magistratura, y la Corte Suprema lo mantiene en su cargo hasta que se nombre un reemplazante.
El juez Farah, relacionado con el kirchnerismo, fue el único voto disidente.
La Cámara se inclinó por la versión del “cuentapropismo”, según la cual las tareas ilegales se habrían llevado a cabo por líberos de la agencia de inteligencia, sin orden o conocimiento de sus superiores.
Entre las víctimas de esas maniobras se cuentan, por citar a los “propios”, Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal, que se constituyeron en querellantes.