Mauricio Macri se enteró de su procesamiento por parte del juez Bava, acusado de espiar ilegalmente mientras era presidente a los familiares de los muertos del ARA San Juan, mientras estaba por Chile, donde mantuvo un encuentro con el presidente Sebastián Piñera.
En su encuentro, Macri consideró que "Chile es el único país del primer mundo en Latinoamérica", demostrando que sigue apoyando las políticas que llevó adelante Sebastián Piñera, y que los dejan, entre los chilenos, con una imagen negativa histórica.
Macri asumió la voz de los argentinos al asegurar que "desde Argentina se ve a Chile como líder de un proceso que marca un rumbo para la región".
Macri llamó a los chilenos a "cuidar lo que tienen". Declaró que "a veces siento que no terminan de valorar lo que han logrado. Construir lleva mucho tiempo, pero destruir se puede hacer en muy poco tiempo. Cuiden lo que tienen, cambiar es fundamental en la vida, pero siempre esa innovación tiene que ser con equilibrios".
El ex mandatario argentino consideró “bestiales” a los manifestantes que protestaron en Chile contra las políticas de su colega empresario Sebastián Piñera. Estas protestas fueron reprimidas violentamente, con un accionar de las fuerzas de seguridad que dejó muertos, heridos, miles de violaciones a los derechos humanos y muchos manifestantes privados de la vista, por el modus operandi de los represores de disparar balas de goma a los ojos.
"Si ustedes pierden ese equilibrio corren el riesgo de perder lo que han construido, que un poco bestialmente y físicamente se vio en esas olas de incendios en Santiago y otras ciudades", evaluó.
A la salida del encuentro con Piñera fue abordado por la prensa trasandina que, enterada del procesamiento, le preguntó sobre el tema. Rápidamente, antes de subir al auto y sin detener nunca la marcha, Macri se mostró sereno y dijo que más incómodo que él "se tienen que sentir los argentinos por tener un juez como Bava".
Sobre el embargo de un millón de dólares que le impuso el juez, sólo respondió que “actuaremos de acuerdo a la ley”.
“Es una persecución política que iba a terminar en esto que ya todos sabíamos”, concluyó.