Dos mecheras de Rawson, con prontuario delictivo en su espalda, este lunes fueron condenadas en Flagrancia. Ambas por ser reincidentes deberán cumplir con una condena efectiva, es decir, que en el Servicio Penitenciario Provincial.
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SUSCRIBITEDos mecheras de Rawson, con prontuario delictivo en su espalda, este lunes fueron condenadas en Flagrancia. Ambas por ser reincidentes deberán cumplir con una condena efectiva, es decir, que en el Servicio Penitenciario Provincial.
Se trata de Yesica Viviana Basiglio y Gisela Mariana Bravo, dos mujeres que fueron atrapadas el sábado por la mañana robando calzas de dos locales de Rawson. El primero de ellos fue en “Feria La Saladita” y el otro en “Lilo”, ambos de Villa Krause.
La fiscal Virginia Branca y la defensa de las mujeres llegaron a un acuerdo de juicio abreviado y la pena acordada fue presentada al juez actuante, Eduardo Raed. Este homologó lo pactado y resolvió penar con 1 año y 4 meses de prisión efectiva por el delito de hurto simple y robo simple en grado de tentativa en concurso real. Le declaró la reincidencia, es decir que no gozaran de beneficios excarcelables hasta que cumplan el último día de su condena. Más prisión preventiva hasta que sean derivadas al penal.
Estos ataques ocurrieron el sábado a las 11 horas del pasado sábado. Las mujeres primero entraron a la Feria La Saladita y haciéndose la que veían la mercadería se adueñaron de 4 calzas tipo biker. Otra mercadería la dejaron en un carrito, fueron hacia el frente del local y le dijeron a la mujer que ya iban a volver para comprar eso que dejaron apartado. Toda esta situación quedó grabada, pero las mujeres pudieron salir a tiempo ante que los encargados se percataran.
En vez de cesar su actuar delictivo, siguieron haciéndolo y fueron hacia el local de ropa “LILO”. En este lugar las mujeres ingresaron y se fueron al sector calzas tipo biker e hicieron la misma maniobra que en el otro local. Pero en esta ocasión hicieron ruido al sacar los sensores de alarma, una de las empleadas se percató y cerró el local con las persianas bajas para que estas no salieran. Los policías llegaron al lugar y las detuvieron.
Cuando se le estaba haciendo el acta por el robo cometido en el segundo lugar, la dueña del otro lugar contó que también habían sido víctimas.
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