El tribunal de la Sala I de la Cámara en lo Penal y Correccional condenó con la pena máxima al único acusado de asaltar, atacar a palos y matar al comerciante Francisco Martínez la noche de Navidad del 2019. La fiscal entendió que “El Gordo” Gómez cometió el asesinato para encubrir el robo del dinero al anciano de 70 años, mientras que la defensa sostuvo que será difícil fundamentar la sentencia ante la falta de pruebas.
El veredicto de los jueces Maximiliano Blejman, Silvina Rosso de Balanza y Víctor Muñoz Carpino se leyó este jueves al mediodía. Mario “El Gordo” Gómez fue castigado a prisión perpetua por el delito de homicidio criminis causa y robo agravado por el uso de un arma impropia. Es lo que había pedido la fiscal de cámara Marcela Torres, que le quitó el agravante de alevosía.
La defensa encarada por el abogado César Jofré fue tajante al momento de pedir la absolución de Gómez durante los alegatos y cuestionó todas las pruebas. Disconforme con el veredicto, dijo: “va a ser difícil fundamentar la sentencia. Cómo van a explicar que la escena del crimen estaba llena de sangre y la prueba más importante, que dicen tener, son dos machitas de sangre. Una en la parte posterior del pantalón corto de mi cliente y otra en su chancleta”.
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El tribunal. En el medio, el juez Maximiliano Blejman. A su derecha, la jueza Silvina Rosso de Balanza, y a la izquierda el juez Víctor Muñoz Carpino.
En base al fallo, se interpreta que los jueces dieron por acreditado que “El Gordo” Gómez fue el hombre que ingresó entre la noche del 24 y la madrugada del 25 de diciembre de 2019 a la casa de calle Centenario al 4621, en Chimbas. Que allí atacó con un palo al vendedor de verduras Francisco Fernández. La teoría oficial es que, como el anciano se resistió, este lo masacró a golpes hasta matarlo.
También se habría dado por sentado que la víctima tenía dinero, puesto que el día anterior había salido a vender. Se habló de que la víctima pudo poseer algo de 200 mil pesos ahorrado, pero eso no fue confirmado. Por otro lado, en la escena del crimen no encontraron nada de plata y estaba todo revuelto.
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Las partes. La fiscal de cámara Marcela Torres y a su lado el defensor, el abogado César Jofré.
La fiscal sostuvo que todo estaba probado, para ello se basó en los testimonios de dos vecinas que afirmaron que esa noche vieron a Gómez entrar y salir de la casa de la víctima. Otro testigo también declaró que vio en la zona al acusado. Como prueba clave está el estudio de ADN, que señaló que las manchas de sangre encontradas en una prenda y un calzado del acusado pertenecían al comerciante asesinado.
El abogado César Jofré, el defensor, puso en duda justamente esa prueba de ADN. “La escena del crimen estaba llena de sangre. Y resulta que aparecieron dos machitas de sangre en prendas de mi cliente, que después son tomadas como pruebas claves. Otra cosa, Gómez es vecino. ¿Cómo es que no lo van a ver en la zona?”, dijo el letrado, que puso en duda la veracidad de los dichos de los testigos y aseguró que jamás encontraron dinero en poder del ahora condenado.