A pocos días del inicio del juicio contra Pedro Saitta, el sujeto que usó doble identidad y que enfrenta cargos por estafa, el proceso se vio interrumpido de manera inesperada este lunes por la mañana. Es que el acusado se descompensó minutos antes de retomar el debate y, aunque fue atendido por personal médico en Tribunales, no pudo ser estabilizado y todo se postergó para el martes.
Según consignaron fuentes judiciales, el hecho provocó sorpresa en las partes que aguardaron por el reinicio a la espera de su recuperación, pero que finalmente debieron abandonar las esperanzas cuando el juez del juicio, Juan Bautista Bueno, suspendió todo cuando se produzcan las testimoniales.
Mientras tanto, desde la parte querellante, representada por el defensor oficial Juan Carlos González Riutort, anticiparon que solicitarán en la etapa de alegatos la máxima pena establecida por el Código Penal Argentino para la estafa, es decir, 6 años de prisión efectiva. Lo que resta esperar es cuál será la pretensión punitiva del fiscal que interviene en el caso, Daniel Galvani.
El sujeto que se sienta en el banquillo de los acusados y que presentó complicaciones en su salud durante la jornada fue condenado a 14 años de prisión por un crimen que sucedió en 2013, en Mar del Plata.
La causa en juicio data de 2021, cuando se conoció que el ahora imputado se hallaba prófugo de la Justicia. Dicarlo lo había denunciado por una estafa y amenazas y, a pesar de tener una causa en la ciudad costera y de haber sido procesado por Flagrancia, zafó de ir tras las rejas ya que se escondía bajo otra identidad.
Luego de comparecer ante las autoridades, quien se hacía llamar Pedro Sampieri y decía ser un exitoso empresario quedó tras las rejas y, en ese momento, toda la basura debajo de la alfombra salió a la luz. No sólo se supo que era buscado en la ciudad costera por un homicidio, sino que pasó por el sistema de la justicia exprés sin ser advertido como tal.
Al cabo de una pulseada intensa con su denunciante, quien habría sufrido un perjuicio que hoy asciende los $45 millones, Saitta se sentará en el banquillo de los acusados una vez más por los delitos de estafa y amenazas agravadas por el uso de arma de fuego. Es que en la previa y en las instancias de negociación para evitar el juicio, el detenido ofrecía una reparación económica simbólica y por tanto el denunciante lo rechazó.
Saitta, que pretendía una conseguir una solución alternativa del conflicto, ofrecía $2 millones cuando el daño económico que habría originado en la víctima se estima que fue de $48 millones, según lo precisó el propio José Luis Dicarlo. "La camioneta cuesta $35 millones y el auto de mi hija sale $13 millones", sostuvo el denunciante que espera que el imputado resulte condenado.