Lo condenaron por andar de fiesta en plena pandemia y no fue preso. Fue acusado de robar matafuegos en cuatro estaciones de servicios y se salvó. Armó un escándalo en un accidente y después amenazó dentro de un banco, y también zafó. Hace poco fue a juicio en la Justicia Federal por una causa por droga. ¿Y saben qué pasó? Volvió a salirse con la suya y evitó que lo mandaran a la cárcel.
Este es el sorprendente caso del “chico bien”, hijo de una familia empresaria sanjuanina, que tiene múltiples causas penales y condenadas, pero siempre zafa. Se trata de Rodrigo Cid Andreolli, el joven adinerado que pasó por todos los tribunales y no cambia su vida de lujo y siempre anda al límite.
Es el mismo que la mañana del 23 de febrero del año pasado salió en los medios de San Juan por el escándalo que armó tras accidentarse con su costoso Volkswagen Scirocco en Av Libertador y calle Mariano Moreno, Capital. Estaba tan alterado, que casi peleó con el otro automovilista que chocó y además provocó y se burló de un policía y los periodísticas que llegaron al lugar. Esa mañana terminó detenido en la Seccional 4ta y le armaron una causa contravencional en un Juzgado de Faltas.
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El choque. Este era el auto que conducía Cid Andreolli cuando chocó en avenida Libertador, en Desamparados. Foto de Diario de Cuyo.
A los dos días, fue noticia de nuevo. Entró a una sucursal bancaria de las avenidas Libertador y Rioja, y exigió un préstamo de 20 mil pesos a cambio de un reloj de oro que portaba. Como los empleados no accedieron a su petición, se molestó y repartió insultos para todos lados. Ahí lo llevaron detenido a la Seccional 3ra. y le iniciaron una causa penal por amenazas.
Pero Rodrigo Cid Andreolli ya venían con problemas. El joven de 24 años cayó detenido en junio de 2018 por el hurto reiterado de matafuegos en cuatro estaciones de servicios del Gran San Juan. Por esa causa, en agosto de 2019 le otorgaron el beneficio de la suspensión de juicio a prueba en el Cuarto Juzgado Correccional. De esa manera esquivó a la condena; a cambio de la promesa de donar dinero, realizar trabajos comunitarios y no volver a violar a la ley. La probation era por un año, pero no cumplió.
El 29 de junio de 2020, Cid Andreolli fue uno de los 48 jóvenes detenidos en la redada por la fiesta clandestina en plena pandemia que realizaron en un taller de calle Santiago del Estero, cerca de Pedro Echagüe. A casi la mayoría de ellos le dieron la probation. No así a este joven, al que condenaron a 8 meses de prisión de cumplimiento condicional.
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Flagrancia. En 2019, Rodrigo Cid fue condenado junto a otros 47 jóvenes por una fiesta clandestina en medio de la aislamiento obligatorio por el COVID19.
Lo que pocos sabían, o al menos la Justicia local no tomó en cuenta, es que Rodrigo Cid Andreolli cayó preso el 30 de mayo de 2019 por una causa de droga. La Policía Federal allanó su casa en un complejo de Rivadavia y le secuestró más de 70 cigarrillos de marihuana, una veintena de papelitos con cocaína y decenas pastillas, según la causa judicial. También fue apresado su amigo Martín Díaz con más de 1 kilo de marihuana y porros, según datos judiciales. La investigación permitió corroborar que ambos vendían droga, se dijo en ese entonces.
En esa causa luego fue excarcelado y continúo su vida como si nada. En el medio, la Justicia local le otorgó la probation y se salvó de ser condenado por los huertos de los matafuegos. Después lo castigaron a 8 meses de prisión en suspenso por la fiesta clandestina.
Hay más. Este joven carga con otros datos en su planilla prontuarial desde que tenía 17 años: en abril de 2016, le iniciaron una causa penal por daños y amenazas. En diciembre de 2016, ya siendo mayor, abrieron otra causa en su contra por violencia familiar y amenazas, según fuentes judiciales.
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De buena vida. Rodrigo Cid se muestra muy activo en las redes sociales con fotos de sus paseos.
Lo increíble es que, pese a todos estos antecedentes, Rodrigo Cid Andreolli lo hizo de nuevo y consiguió de zafar de la cárcel en la causa por venta de droga. En mayo último, la Justicia Federal le concedió el juicio abreviado a raíz de un acuerdo entre su abogado defensor y el fiscal. El juez Carlos Echegaray del Tribunal Oral Federal condenó a Cid Andreolli a la pena de 2 años de prisión en suspenso y a Martín Díaz a 1 año y 6 meses de prisión, también condicional, revelaron fuentes judiciales.
Es decir que, con esta pena, Rodrigo Cid Andreolli logró que no lo mandarán a la cárcel y salió triunfante otra vez. Ahora hay una versión no confirmada. Y es que, a principio de este mismo año, en Capital Federal o provincia de Buenos Aires lo condenaron por otra causa penal por tenencia de droga y la pena también fue de cumplimiento condicional. Esto podría traerle problema, aunque con este joven nunca se sabe.