La investigación contra un metalúrgico de Pocito, denunciado por presunto abuso sexual contra la perra de sus hijos, fue finalmente descartada por la Justicia. El informe elaborado por la División Canes de la Policía de San Juan reveló que el animal no presentaba lesiones compatibles con un ultraje, por lo que el caso será archivado en los próximos días.
Según confirmaron fuentes judiciales, los especialistas determinaron que la caniche se encuentra en buen estado de salud y, de hecho, cursa un embarazo próximo a término. Este detalle terminó de desactivar la denuncia, al comprobarse que no existía evidencia alguna de abuso por parte de un ser humano.
El fiscal Francisco Pizarro, de la UFI Genérica, fue quien ordenó las primeras medidas tras recibir la acusación presentada por la exmujer del hombre. La denuncia se había originado luego de que uno de los hijos de la pareja relatara un episodio ocurrido durante el fin de semana del 25 y 26 de octubre, cuando visitaban a su padre.
De acuerdo con la presentación judicial, el adolescente dijo haber visto salir a la perra arrastrándose desde un galpón y, segundos después, a su progenitor retirarse del lugar vistiendo sólo un short. Aunque el joven no observó directamente lo que ocurrió dentro del depósito, esa escena y ciertos antecedentes de salud del hombre motivaron la denuncia de la madre, que derivó en la apertura de una causa por presunto maltrato animal.
Tras el allanamiento en la vivienda del acusado, el animal fue retirado y puesto bajo resguardo para ser evaluado por médicos veterinarios. El resultado de esos estudios, recibido esta semana, echó por tierra las sospechas y confirmó que no hubo delito.
Con esta conclusión, la Fiscalía dispuso el cierre del expediente. El hombre, de unos 40 años, había designado como defensora a la abogada María Filomena Noriega y se mantuvo a disposición de la Justicia durante todo el proceso.