El pasado 5 de octubre, el reconocido contador sanjuanino Roberto Agustín Garces (67) fue aprehendido por personal policial por amenazar a dos vecinos con un arma de fuego, precisamente una pistola marca Bersa calibre 22. Desde ese momento quedó a disposición de Flagrancia. Este lunes 20 de octubre iba a comenzar el juicio en su contra pero llegó a un acuerdo de juicio abreviado y, a primera hora, fue condenado.
El fiscal Fernando Bonomo y los abogados defensores de Garces, Fernando Castro y Rodrigo Aguirre le expresaron al juez que se había llegado a un acuerdo de juicio abreviado antes de que comience el debate. Se leyó el hecho, las pruebas y los términos del acuerdo, y finalmente el magistrado homologó condenándolo a 2 años de prisión condicional por ser autor responsable del delito de amenazas agravadas por el uso de arma de fuego en concurso real con portación ilegítima de arma de fuego de uso civil.
El insólito motivo por el cual el contador amenazó a sus dos vecinos
Con la prueba recolectada por fiscalía, Roberto Garcés se encontraba limpiando una acequia sobre Benavidez al 4000 Este, en Chimbas, frente al domicilio de O.L. (una de las víctimas. Siguiendo con el relato, Garcés colocaba la basura extraída de la acequia en la vereda de O.L. Este le pidió que no dejara los desechos allí y que moviera su camioneta, que obstruía la salida de su casa.
Ambos comenzaron a discutir y poco a poco la situación pasó a ser muy violenta. Garcés primero amenazó a Lucero con un rastrillo y luego sacó un arma de fuego de entre sus ropas, apuntándole y diciéndole “te voy a matar”.
Dato: en el lugar había menores, estaba el hijo de O.L. (B.L., de 16 años) y una vecina de 12 años, quien huyó asustada a avisar a sus tíos, entre ellos el otro damnificado identificado como C.R.
C.R., enojado por la situación, se acercó al lugar, donde Garcés continuaba limpiando. Lo increpó por haber sacado un arma frente a menores y el contador sacó un arma y lo amenazó diciéndole “te voy a matar”.
Supuestamente, los dos damnificados comenzaron un forcejeo. C.R. logró tirarlo al suelo, momento en que llegó O.L, quien le quitó el arma a Garcés y la llevó a su casa.
Garcés le pidió a C.R. que le devolviera el arma. Ambos regresaron al domicilio de O.L., donde ya había llegado personal policial. Finalmente, una de las víctimas entregó el arma a la policía. Garcés fue aprehendido y se dio aviso a UFI Flagrancia.