Este miércoles por la mañana, un médico del Hospital Cantoni de Pocito fue detenido bajo la sospecha de haber actuado con negligencia y provocar la muerte de un bebé de un año, hace más de dos meses y una vecina que vivió de cerca la dramática historia contó cómo se desencadenaron los hechos hasta llegar al trágico final.
Lila Castro acompañó a la mamá de Mirko Romeo Figueroa, el chiquito que murió de peritonitis el 14 de julio, cuando su estado de salud se complicó. Según detalló, el domingo 12 de julio, el pequeño tenía retortijones en la panza, se quejaba de ese dolor y tenía sus uñas moradas. Por esto su mamá -Claudia Figueroa- acudió hasta ella para que la llevara en su auto al nosocomio.
"Llegamos y al cabo de media hora de espera, entró con el bebé al consultorio y al poco tiempo salió. Allí fue revisado por Francisco Pacheco García en la Guardia. "Le dio una jeringa con ibuprofeno y le dijo que eran anginas comunes. El doctor lo palpó y le dijo que eran mañas del niño. Ella confió en el médico y se volvió a su casa", recordó la vecina que vivía al frente.
“Mamá, es angina. Le vamos a dar Ibuprofeno. Andate nomás. Quedate tranquila que el bebé va a estar bien”, le indicó el médico según revelaron fuentes judiciales.
La testigo señaló que el medicamento ocultó los síntomas porque el morado de sus uñas desapareció, pero en los siguientes días su estado empeoró. "El martes me vino a buscar corriendo, estaba desesperada porque el bebé estaba mal. Se ahogaba y hacía arcadas; sus uñas estaban moradas de nuevo", relató.
Sobre las 17 horas, contó que arribaron al hospital y la criatura fue asistida. Al cabo de unas tres horas, sucedió lo peor. "La mamá salió llorando y le dijo a Castro -que aguardaba en la sala de espera- que la salud de su hijo se había complicado. Intentaron trasladarlo al Rawson pero falleció antes", explicó.
Conmocionada aún por el tremendo desenlace, la vecina que vio de cerca el dolor de esa madre apuntó contra el profesional que lo revisó en primera instancia: "Ella confió en él, se quedó tranquila. Qué sabe uno, cómo va a desconfiar", expresó con angustia.
Figueroa que perdió a su hijito está embarazada y tiene además cuatro niños. Mirko era el quinto de los hermanitos que vivían en un pequeño departamento situado en Alfonso XVIII y Calle 12, en Pocito. La mujer, que vivía y vive en un contexto de falencias económicas, se hacía cargo de todos los niños.
"El 29 de mayo le festejó el cumpleaños junto con una de sus hermanas, para que el primer añito no pasara desapercibido", contó quien se suma al pedido de justicia. "Esto no puede quedar así y si hay responsables, se tienen que hacer cargo. Es mucho sufrimiento por el que está pasando la mamá", cerró.
Ahora el Cuarto Juzgado Correccional investiga los hechos y con la historia clínica más el informe forense puso la mirada en Pacheco, que será imputado por el delito de homicidio culposo. Por orden del juez Federico Rodríguez y a pedid del fiscal correccional Juan Manuel Gálvez, el clínico fue a parar tras las rejas sospechado de ser el responsable de la muerte.