Rosa no quiso dar su apellido. Estaba al cuidado de sus seis nietos cuando recibió al equipo periodístico de Tiempo de San Juan. No quiso fotos, pero sí dar su versión de los hechos luego de que su nieta de tres años fuera declarada fallecida al llegar al hospital Cantoni de Pocito con severas quemaduras en su cuerpo. Dijo que la bebé se quemó el 8 de septiembre, que en un principio estaba bien, pero que se descompensó este jueves por la mañana y no pudo ser reanimada. Intentando demostrar la máxima fortaleza posible aseguró que todo lo que pasó se lo contaron a la policía y que si no llevaron a la niña antes al médico fue por temor a que se contagie de coronavirus.
"Mi nieta estaba bien, hasta ayer a la noche estaba bien. Esta mañana llamamos al 107 y a la Policía pero en 20 minutos no llegaron. Así que mi hija decidió llevarla al hospital con una movilidad propia", detalló la mujer, que vive en el barrio Bella Vista. Ana Tello (35) fue quien, en compañía solo de su padre, fue a la Morgue del Marcial Quiroga a conocer los resultados de los exámenes que se realizaron para saber de qué murió la bebé.
"No hay nada que ocultar, ella está muy triste, es una buena madre. Estaba bien y de repente se descompensó. Estamos pensando ahora como vamos a velarla, porque ni siquiera podemos acompañarla todos", agregó la mujer mientras abrazaba a uno de sus nietos.
Ana vive en la misma casa que sus padres, en Pocito. Se hace cargo de sus siete hijos, el más pequeño es un recién nacido. Se le complica trabajar pero lo intenta, apuntó su mamá. "Con este dolor no puedo nada", cerró.
Aunque no está comprobado que la criatura haya fallecido por las heridas que tuvo, los expertos señalan que pueden ser un factor a tener en cuenta por la infección que pudo haber tenido. Esta afección (la septicemia) ocurre cuando las sustancias químicas liberadas en el torrente sanguíneo para combatir una infección desencadenan una inflamación en todo el cuerpo.