La historia se repite una y otra vez, casi con el mismo cuento. Una persona recibe una llamada con la excusa de que un familiar cercano ha sufrido un accidente y se encuentra muy complicado de salud, y que el mismo necesita dinero para poder salir de esa “terrible situación”. Inmediatamente, y como es lógico, la víctima accede por desesperación y comete el error de no chequear, llamando al familiar en cuestión. Finalmente, el estafado y el estafador se encuentran cara a cara en un lugar incógnito y este último se escapa con el dinero. En general no vuelven a recuperar nada de la plata perdida.
Esto fue lo que le pasó a una anciana de 72 años que vive en Capital y que el pasado martes se convirtió en una nueva víctima del “cuento del tío” con el pretexto del pariente enfermo. En su caso le hicieron creer que su hijo estaba internado y que necesitaba plata para una cirugía, pero todo era un engaño.
Ella si haber chequeado la información, juntó inmediatamente el dinero de sus ahorros y fue en remís a entregarle la plata a los estafadores. Después de entregarle el dinero, la mujer descubrió que todo era mentira cuando volvió a su casa y cayó en una crisis nerviosa.
El lamentable episodio sucedió alrededor de las 18 horas del pasado martes cuando recibió el llamado en su casa ubicada en calle Ayacucho en Concepción. Eso fue lo que aseguró la víctima en sede policial quien además contó que la estafaron con 30.000 pesos que entregó en mano a los delincuentes en Rawson. Luego regresó a su hogar y descubrió que su hijo, de 38 años, estaba en perfecto estado. Y fue su propio familiar quien le dio aviso a la policía.