Durante la mañana de este jueves, la Justicia decidió condenar al boxeador sanjuanino, identificado como Carlos Sardines, quien estaba acusado de los delitos de tenencia ilegítima de arma de fuego de uso civil y lesiones leves agravadas. Fue a través de un juicio abreviado, en los fueros de Flagrancia, y le dieron tres años de cumplimiento condicional y otras medidas como: prohibición de acercamiento a su pareja, exclusión del hogar donde convivía con la víctima y someterse a tratamiento psicológico.
Esta condena, que en un principio deja al hombre en libertad pero de forma condicional, fue otorgada luego de que la fiscal de la causa, Salica, y el juez Medici, lograran comprobar que el púgil local había maltratado brutalmente a su pareja, en la madrugada del 29 de diciembre pasado.
Según afirmaron, sobre las 7:45 de ese día, Sardines y la víctima comenzaron con una fuerte discusión en la puerta de su domicilio, ubicado entre calles Tacuarí y Juramento, en Rawson. Luego, el boxeador empezó a ponerse más agresivo y la mujer debió pedir ayuda a una vecina que justamente era su tía. Ingresó a la vivienda y detrás entró Sardines. Insultó a su pareja, la tomó de los cabellos y le propinó varias bofetadas. Después, cargó el vehículo de la víctima con gran cantidad de bebidas alcohólicas, que sacó del almacén propiedad de la mujer, y escapó del lugar. Se fugó pero antes amenazó a las mujeres con un revólver, calibre 32 largo.
De inmediato, las damnificadas se comunicaron con el 911 y un patrullero del Comando Radioeléctrico Sur llegó hasta la vivienda para auxiliar a las mujeres. Les indicaron por dónde había escapado y pudieron localizar a Sardines, al poco andar. El púgil no supo acreditar la debida autorización para la tenencia del arma y lo detuvieron.
Luego, la Justicia pudo acreditar que, con ese arma, el boxeador había amenazado a su ex mujer y a la tía de ella. Y también, comprobaron que, anteriormente, había golpeado brutalmente a su pareja, quien lo defendió diciendo que nada de eso había ocurrido. Pese a los intentos de la mujer de salvarlo, lo condenaron con una probation y, si bien quedó libre, ahora no podrá ni acercarse a la víctima.