Con silencio sepulcral frente a los medios y custodiado por cuatro policías que lo rodeaban, el empresario acusado de agredir a la locutora sanjuanina al aire por radio, Rodolfo Ridao, se marchó de Tribunales tras declarar ante el juez que interviene en la causa que lo tiene como denunciado de lesiones y amenazas agravadas.
El jefe denunciado por violencia de género y violencia laboral cumplió con lo que su abogado había adelantado y se presentó en el Quinto Juzgado Correccional; le contó su versión de los hechos que lo involucran al magistrado Matías Parrón y, como pocas veces sucede, por no decir casi nunca, se fue del palacio de la Justicia protegido por un operativo policial que lo acompañó hasta su vehículo, situado en el estacionamiento donde sólo ingresan los automóviles de las autoridades de la Corte y otras.
Asediado por periodistas que aguardaban por su salida, Ridao caminó hacia su salida sin decir una sola palabra, mientras que su abogado defensor, Elmo Migani, prefirió no dar ningún tipo de detalle sobre la exposición de su cliente que permaneció más de dos horas y media en el juzgado.
En libertad, con el pedido de eximición de prisión concedido, el empresario de medios continuará vinculado a la causa mientras el juez resuelve si lo imputa a o no por los delitos que se lo investiga. Para la querella hay pruebas suficientes para que eso suceda, después de que un médico legista constatara lesiones en el cuerpo de Claudia Vázquez.
Por su parte, la defensa asegura que Ridao nunca la golpeó y que eso se podrá demostrar.