El sanjuanino Diego Sebastián Vega tenía 25 años y Adriana Micaela Lucero, 23. Ambos estaban casados y compartían una fuerte historia de amor, de la que nació hace un año la pequeña Lizbeth. Los tres aparecieron sin vida el martes por la noche en el departamento alquilado hace alrededor de un mes en el barrio de José Hernández, en la Capital de San Luis, donde la familia oriunda de San Juan se había ido a vivir hace poco. La autopsia confirmó que murieron por inhalación de monóxido de carbono, por el mal funcionamiento de un calefón.
Tanto “Seba” como “Mica” solían postear sus sentimientos en sus cuentas de Facebook, donde en las últimas horas aparecieron mensajes de dolorosa despedida que hablan del joven como un excelente amigo. El muchacho había cumplido años hace poquito, el 3 de mayo. Una de sus publicaciones lo muestra sonriente en un shopping, con la leyenda “empezando la mañana de trabajo”.
Él le dedicó en su cuenta varios mensajes de “te amo Micaela” acompañados por videos de Ulises Bueno, cantante que ambos admiraban. En muchos de ellos dice “las amo”, en clara referencia a la bebé que compartían y de la que mostraban también, orgullosos, fotos. Quiero arriesgarme contigo, que siempre estemos juntos, que cometamos errores juntos, que a pesar de las diferencias siempre estemos juntos”, le puso Seba a Micaela en febrero. Ella, además, era mamá de 3 nenas de una pareja anterior.
“Hermoso, me encantó tu regalo, estoy feliz”, compartió ella en su cuenta el 14 de febrero para el día de los enamorados. Ese día le publicó al amor de su vida unas caricaturas con dedicatorias: “te amo, amor mío, así que no te canses de mí, mi amor por ti es infinito, nunca dejaré de amarte, lo nuestro es para siempre”.
Las cuentas de los dos están llenas de mensajes de amor mutuo, fotos de besos, incluso uno de él hacia la panza de Mica embarazada que compartió ella, ilusionada. También Mica mostró en su cuenta un tatuaje en su muñeca con la leyenda “La vida sigue” y su último posteo fue el 16 de marzo, donde dice “mi corazón funciona aún sin latidos”, sin saber el trágico final que les esperaba.
Los dos fueron encontrados juntos sin vida en la cama matrimonial.
