“Anda a acostarte con los niños porque esta es la última vez que vas a estar con ellos… o hablás o te hago un tajo... ¿Querés que te saque el ojo ahora?.. Ya vas a ver, ahora te voy a matar… Hablá o hago que te desangres… Te degüello… Sos una maldita… Si no me decís, de acá te van a sacar para velarte…”
Estas intimidaciones y agresiones verbales fueron acompañadas por golpes de puño, tirones de cabello y amenazas con un cuchillo, todo en frente de tres pequeños que lloraban del miedo. Así de terrible fue la noche que vivió en marzo último una mujer de Rawson que estuvo cautiva y sometida a violencia demencial de su exmarido, durante 10 horas en su propia casa.
Lo terrible de la historia es que este hombre, identificado como Cristian David Ortega (41), ya tenía 5 denuncias previas por violencia de género y hasta una prohibición de acercamiento. El consuelo para su víctima es que, días después de la agresión, el sujeto fue detenido y ahora el juez Benedicto Correa lo procesó y lo mandó al penal por su peligrosidad.
El magistrado del Quinto Juzgado de Instrucción le dictó la prisión preventiva en estos días por los delitos de daño, lesiones leves agravadas por el vínculo y por violencia de género, privación ilegítima de la libertad y robo.
La pareja convivió 9 años y de esa relación nacieron 4 chicos. Desde la separación, el hombre siguió acosando y maltratando a la mujer. Del expediente surge que Ortega fue denunciado por estos hechos el 5 de mayo, el 15 de junio, 7 de julio y el 8 octubre del 2017 y el 22 de enero de este año. Entonces, lo que sucedió la madrugada del 9 de marzo último fue uno más de los ataques de este sujeto, que un rato antes había querido entrar a la vivienda que alquilaba la señora en Rawson. Como ella cerró la puerta y llamó a la Policía, el hombre se marchó y regresó a eso de la 1 de la madrugada para luego saltar el portón y meterse a la casa a la fuerza.
Ahí empezó la pesadilla. Ortega comenzó a insultarla y amenazarla, también cerró todo para que ella no escapara. Se puso aún más violento cuando descubrió que la mujer tenía un celular. Es más, le destrozó el aparato. Le hizo escenas de celos y empezó a interrogarla, mientras le daba golpes de puños por distintas partes del cuerpo, la tomaba de los cabellos y le apuntaba con un cuchillo. Tres de los chicos vieron estas escenas y suplicaron a su papá para que desistiera de su actitud, pero él continuó. El martirio de esta mujer duró hasta las 11 de la mañana, momento en que la dejó salir al patio con los niños. Por su parte, él aprovechó para robar 2.000 pesos de un mueble y se retiró. Sabiendo que su ex lo iba a denunciar, la vigiló desde la vereda y la siguió hostigando en la calle, pero ella igualmente llegó a la comisaría.
Las lesiones fueron constatadas por un médico legista. Las cinco denuncias anteriores también fueron tomadas como pruebas de lo violento que es este sujeto. El juez Corre señaló en su resolución que “Ortega trató esa noche de dominar, controlar, manipular a la víctima. Violencia que ha sido evidenciada por medio de agresiones físicas y psicológicas, amenazas, acoso, hostigamiento, persecución. No hay dudas de que se trata violencia en contexto de violencia de género y Ortega obró con conocimiento de lo que hacía”. Además remarcó el hecho de que desobedeciera la orden judicial del Juzgado de Paz de Pocito, dictada el 7 de septiembre de 2017, que le prohibía acercarse y tener cualquier tipo de contacto con la mujer o sus hijos. En resguardo de la víctima y los chicos y del alto riesgo al que se exponen y la peligrosidad del sujeto, es que el magistrado dispuso la prisión preventiva de Cristian Ortega.
