El 27 de septiembre del 2012 su historia saltó de los medios locales a los del país. La foto de la docente de la Escuela de Educación Primaria Especial Luis Braile, Chimbas, en su "Face” se multiplicó rápidamente. Es que se la veía con un vestido entallado al cuerpo, de color negro, bien maquillada, en rueda de amigas y muy festiva. Esa imagen parecía combustible de alto octanaje para el escándalo que la puso en el centro de la escena: la madre de un menor de 16 años la había denunciado por corromper a su hijo mediante fotos y frases con alto contenido de seducción.
Los policías de la seccional 26 de Chimbas la fueron a buscar a la puerta de un club del departamento en el que uno de los hijos de la maestra, casi de la misma edad de la presunta víctima, practicaba hockey sobre patines. Estuvo presa durante tres días, un tiempo suficiente para que el caso instalara en todos los hogares la discusión de si era o no delito que una mujer de 40 años tuviera un romance con un chico de 16 años, una polémica tan vieja como la humanidad.
Pero la ley es la ley y el Código Penal dice que en nuestro país eso es corrupción de menores. Así lo entendió el juez Guillermo Adárvez, del Tercer Juzgado de Instrucción, quien ordenó detener a la maestra y luego la excarceló.
"No soy la única que chatea con un menor. Todo el mundo sabe que los chicos mienten en su edad para que les puedan habilitar una cuenta del Face”, se justificó ante Tiempo de San Juan. Y luego agregó: "No voy a negar que nos tratábamos con cariño. Pero yo nunca me enamoré de él ni quise tener otro tipo de relación”.
La maestra dijo haber sido engañada por el menor: "Como al mes de que nos habíamos hecho amigos en el face, yo descubrí que él era menor y él me lo admitió. En su muro salía que había nacido en el ´88. Me llamaba la atención que no habían fotos de él actuales y sospeché. Unos días lo bloqueé y él me insistió para que siguiéramos siendo amigos. Él siempre me mintió, hasta ahora yo creo que él vive en Desamparados, atrás del Vea”.
Quien había hecho público esos datos era la madre y el padre del menor de 16 años que habría intentado seducir la docente. Fueron ellos quienes notaron un cambio en el comportamiento del chico, a quien observaron entristecido, pasando largas horas en soledad. Su madre le revisó su cuenta de Facebook y detectó los mensajes "subidos de tono” por parte de esa mujer.