La jueza María Julia Camus, del Segundo Juzgado de la Niñez y Adolescencia, se limitó a decir que no informará nada del caso porque hay secreto de sumario y porque está investigando. De ella depende ahora esclarecer el brutal homicidio que se produjo el 21 de enero último en un descampado del barrio Laprida, departamento Chimbas, donde hallaron con 15 cuchillazos en el torzo y la espalda a Emanuel Antonio Araya, de 31 años.
Otra fuente del caso confirmó a Tiempo de San Juan que el único detenido por el homicidio es un menor de 17 años, quien tendría antecedentes por otros delitos. No se pudo precisar si el menor estaba o no a disposición de la jueza María Julia Camus antes del crimen.
Hay un segundo involucrado en libertad. Es un posible partícipe secundario, de apellido Bustos y mayor de edad, quien está a disposición del Segundo Juzgado de Instrucción, a cargo del juez Pablo Flores.
¿EL PADRE ENCUBRIÓ?
La fuente del caso también precisó que el menor detenido estaba evadido de un centro de rehabilitación para adicciones de la provincia de La Rioja, donde habría llegado derivado desde San Juan.
El dato que llamó la atención, el cual es materia de investigación judicial, es que el padre del menor habría estado al tanto de que su hijo estaba evadidao de ese centro de rehabilitación. Él sería quien se responsabilizó ante las autoridades de los actos de su hijo.
El progenitor habría sabido que su hijo, quien había sido autorizado a viajar a San Juan a pasar las fiestas de fin de año, tenía pasaje para el colectivo de vuelta a La Rioja para el 4 de enero.
Y sabiendo que no regresó, el padre no habría dado aviso a las autoridades de la irregularidad.
DISPUTAS VIEJAS
Una de las principales hipótesis de la investigación dice que el menor preso y la víctima fatal, el "Bibi" Araya, habían mantenido un fuerte enfrentamiento. Y no descartan que el menor se haya evadido del centro de rehabilitación para saldar aquella vieja cuenta pendiente con su vecino del barrio Laprida.