"Yo crío pitbulls. Tenía cuatro. Uno de ellos mordió a la
chica –Bárbara Galleguillo, asesinada de cuatro tiros-. Yo al perro lo tenía
por si me iba a buscar la Policía”. Así, con una franqueza escalofriante, un
confeso ladrón que empezó a ser juzgado por homicidio reveló cómo era su vida
en la zona llamada "Cueva del Chancho”, en el barrio San Ramón, departamento
Chimbas.
Se trata de Rubén Darío Corzo, apodado "Angelito” –como su
padre-. Lo empezaron a juzgar en la Sala Primera de la Cámara Penal por el
delito de homicidio, debido a que el 14 de abril de 2014 se vio involucrado en
el homicidio de Bárbara Galleguillo, una mujer que había ido a comprar drogas a
días de haber salido de la cárcel.
"La chica –Galleguillo- había ido a comprar drogas. A media
cuadra de mi casa vendían droga. No me pregunte el nombre porque voy a tener
problemas en la cárcel”, le dijo Corzo al fiscal de cámara Gustavo Manini.
Luego, cuando el fiscal Manini le preguntó si sabía qué tipo
de armas se usó en el homicidio, Corzo dio admitió tener conocimiento de armas:
"Era una pistola 11.25, color negra”. El fiscal le contradijo, al preguntarle
si no era una 9 milímetros, como la que usa la Policía, y Corzo le retrucó:
"No, no. Era una 11.25, un calibre más grande”.
Otro de los pasajes que llamó la atención en el juicio fue
cuando Corzo admitió con total franqueza que se delinquir: "Yo robaba. Pero no
usaba armas”.
Nadie le creyó en la Sala Primera. En particular porque ya
tiene una condena por el delito de robo en la Sala Tercera a 3 años y 5 meses
de prisión.
Según Rubén Darío Corzo, uno de los pitbulls mordió a Bárbara
Galleguillo, ella se paró a discutir con su hermano Jonathan Gabriel –dueño de
ese perro-; su hermano ató a la bestia con un alambre, buscó el arma y le pegó
cuatro tiros a la chica.
Corzo dijo que su hermano se suicidó después del crimen
porque no aguantó la presión del homicidio.
En el desenlace del juicio se sabrá si dice la verdad o no.
En la causa dice que él y su hermano alentaron a Dayana Vargas, que le pasaron
el arma y que la incentivaron a que le pegara los cuatro tiros a Galleguillo.