En la investigación que lleva adelante el juez Benedicto Correa, en el Quinto Juzgado de Instrucción, están tomando las medidas para ver si el entrenador de rugby infantil Gerardo Alferillo cometió abusos sexuales contra otros cuatro menores.
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SUSCRIBITEEn la investigación que lleva adelante el juez Benedicto Correa, en el Quinto Juzgado de Instrucción, están tomando las medidas para ver si el entrenador de rugby infantil Gerardo Alferillo cometió abusos sexuales contra otros cuatro menores.
La semana que viene será crucial para determinar si hay o no más de una víctima.
Es porque el fiscal Daniel Guillén le pidió al juez Correa que cita a declarar a los padres de otros cuatro menores de edad que podrían haber sido víctimas del Alferillo.
El dato sobre esas otras posibles víctimas saltó de las declaraciones de la madre del menor de 15 años que abusó el entrenador de rugby.
Cuando la mujer ratificó la denuncia en sede judicial dio nombres de otros menores que podrían haber sido manoseados por Alferillo, de acuerdo a lo que la madre de la víctima escuchó cuando estalló el caso de su hijo y a lo que ella dedujo cuando descubrieron en el teléfono celular de su hijo los abusos a los que lo había sometido el entrenador de 27 años.
De la declaración de esos cuatro padres se sabrá si hay o no más víctimas.
En primer lugar, ahí se sabrá si hubo tocamientos o actos de abuso sexual de Alferillo para con esos otros chicos.
En segundo lugar, en el caso de que haya delito, todo depende de los padres. El abuso sexual es un delito de instancia privada. Eso significa que, aunque haya menores abusados, si los padres no quieren denunciar la Justicia no puede avanzar.
El historial no juega a favor de Alferillo. Según informó el presidente del Club Huazihul, hace algunos años hubo un episodio en un colectivo con un menor que dijo que el entrenador le había tocado la cola. Ese hecho enfureció a uno de los padres que iba a cargo y se lo comunicó a las autoridades de ese momento del club.
Después de ese episodio, Alferillo se fue por su propia voluntad del club. Pero al tiempo regresó. Y en Huazihul lo pusieron a colaborar en el equipo de entrenadores de la Primera división. Y con el paso del tiempo volvió a caer con los menores: al momento de la denuncia, Alferillo colaboraba con el padre que entrenaba a los chicos de 13 años.
Cabe recordar que Alferillo y el menor de 15 años que abusó se conocieron por el hermano de ese chico, quien asiste a ese club de rugby. El abuso no fue en el club. Pero el contacto entre ambos se produjo por una reunión social entre jugadores de rugby que fueron a la casa del menor.
Alferillo está imputado de corrupción de menores simple, un delito que tiene una pena de 3 a 10 años de prisión.