El ex obrero minero Gabriel Villegas Montaño fue puesto en libertad por segunda vez por la Justicia de San Juan.
Ahora es porque se cumplieron los tres años de prisión preventiva sin que le hayan dictado una sentencia, es decir, se cumplió el máximo tiempo legal para que una persona esté detenida preventivamente sin que los jueces hayan sido capaces de realizarle un juicio.
Antes, la Corte de Justicia lo había puesto en libertad porque anuló un primer procesamiento por errores judiciales. Estuvo seis días libre, lo volvieron a detener y lo volvieron a procesar por delitos aberrantes: abuso sexual, abuso sexual con acceso carnal y corrupción de menores.
Todos los delitos fueron contra sus tres hijos biológicos.
Ahora el juez Benedicto Correa lo tuvo que poner en libertad porque en todo ese proceso pasaron tres años y no se le dictó una sentencia que interrumpiera ese beneficio legal.
LAS RESTRICCIONES
El juez Correa le prohibió a Villegas que se acerque a sus hijos, ya sea físicamente (en un radio de 1000 metros de la casa donde viven) como por las vías electrónicas (teléfono, internet o redes sociales); también lo obligó a que una vez por mes (los días 10) vaya al juzgado a dar asistencia, sin poder ausentarse más de 24 horas de su domicilio en el barrio Aramburu, y así probar que sigue en la provincia; y el juez dispuso de una custodia policial para los tres niños hasta que se haga el juicio y se determine la responsabilidad penal de Villegas y si corresponde o no que vaya preso.