Para los amantes de la naturaleza, para los que buscan un toque de vida en su hogar y, sobre todo, para aquellos que se autodenominan con humor "asesinos de plantas", existe una solución: las plantas de bajo mantenimiento muy fáciles de cuidar. No todas las especies exigen un riego diario o luz perfecta; algunas han evolucionado para ser verdaderas guerreras de interior.
Si sos principiante o simplemente tenés un estilo de vida ocupado, hemos desglosado las tres reinas de la resistencia, las plantas que prácticamente se cuidan solas y garantizan que tu rincón verde prospere.
1. La inmortal: Sansevieria (Lengua de suegra)
La Sansevieria es considerada, sin exagerar, una de las plantas más resistentes que se pueden tener en casa. Su popularidad radica en su apariencia moderna, sus hojas verticales y su increíble capacidad de supervivencia.
2. La elegante olvidada de la casa: Zamioculca Zamiifolia (Planta ZZ)
La Zamioculca es la planta favorita de los minimalistas y de aquellos con agendas apretadas. Con su porte elegante, tallos gruesos y hojas brillantes de color verde oscuro, la ZZ parece una planta de diseño que, paradójicamente, apenas necesita atención.
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¿Por qué es tan fácil? Es nativa de las regiones secas de África. Al igual que la Sansevieria, tiene rizomas (bulbos subterráneos) que almacenan una gran cantidad de agua. Su crecimiento es lento, lo que reduce su demanda de nutrientes y cuidados.
Cuidados Clave:
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Riego: Muy espaciado. Dejá que el sustrato se seque por completo, incluso que permanezca seco durante un par de semanas, antes de volver a regar.
Luz: Es la campeona en tolerar la luz tenue. Aunque la luz indirecta brillante la hará crecer mejor, prosperará en rincones con sombra, como oficinas o pasillos.
Advertencia: Es muy sensible al exceso de agua; si sus hojas se ponen amarillas, casi siempre es por ahogamiento.
3. La enredadera indomable: Pothos (Potus o Epipremnum aureum)
Para quienes desean una planta colgante o trepadora que crezca rápido y dé sensación de selva, el Pothos es la elección perfecta. Sus hojas en forma de corazón y su capacidad para adaptarse a diferentes entornos la han convertido en un clásico infalible.
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¿Por qué es tan fácil? Es increíblemente tolerante a los descuidos, desde un riego olvidado hasta ubicaciones con menos luz de la ideal. Además, es muy fácil de propagar (multiplicar), lo que te hará sentir como un experto jardinero.
Cuidados Clave:
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Riego: Moderado. Regá cuando notés que la primera capa de sustrato está seca o cuando sus hojas comiencen a verse ligeramente caídas (es su forma de pedir agua).
Luz: Tolera ambientes con poca luz, pero el tono variegado (manchas blancas o amarillas) de sus hojas se mantendrá más vibrante con luz indirecta.
Dato Curioso: Puede vivir solo en agua (hidroponía) durante periodos prolongados, lo que la hace muy versátil para decorar.