En la localidad bonaerense de Hurlingham, un precoz delincuente de 16 años murió baleado en el estómago tras dispararse el arma que empuñaba, luego de forcejear con un hombre de 65, a quien pretendió asaltar en la puerta de su vivienda. Otros tres marginales lograron darse a la fuga y ahora son buscados intensamente por los pesquisas policiales.
Los voceros revelaron que el hecho se produjo a las 21.10 del jueves pasado cuando Miguel Cáceres, de 65 años, su hijo Leandro, de 32, y el bebé de este último arribaron en un Chevrolet Corsa gris a su vivienda, situada en Conscripto Bernardi al 1000.
Trascendió que, en dichas circunstancias, aparecieron en escena tres sujetos provistos de armas de fuego, a bordo de un Ford Kinetic gris, quienes amenazaron a los hombres y les exigieron la entrega del coche. Pero el sexagenario resolvió ofrecer resistencia al robo y comenzó a forcejear con uno de los malvivientes. Repentinamente, el arma que portaba dicho individuo se accionó y el marginal fue alcanzado por un certero proyectil en el estómago. A pesar de estar herido, este asaltante subió junto a otro de los ladrones al Chevrolet Corsa. De pronto los chacales huyeron con rapidez en ambos vehículos.
Pablo Podestá
Momentos después, a 150 metros del escenario del asalto, las víctimas observaron detenido al Chevrolet Corsa, que tenía las luces encendidas. Al aproximarse al rodado, los damnificados vieron el cadáver del delincuente que había sido alcanzado por el disparo. Posteriormente, el ladrón que murió en este suceso fue identificado como Julián Payet, de 16 años, quien residía en jurisdicción de Pablo Podestá, en el partido de Tres de Febrero. El occiso yacía en el asiento delantero derecho del automóvil sustraído.
Algunos habitantes del barrio destacaron el accionar del sexagenario y manifestaron que su hijo se desempeña como radiólogo.
Pesquisas policiales de la comisaría 1ª de Hurlingham buscan a los otros malvivientes.
Intervino en la causa la Unidad Funcional Nº 8 del departamento judicial de Morón.