Desde Montevideo, una mujer de 63 años expuso públicamente una decisión que viene madurando desde hace tiempo. María convive desde hace casi tres décadas con una enfermedad irreversible que la mantiene postrada, sin posibilidad de valerse por sí misma. El dolor físico, contó, es constante y recorre todo su cuerpo, sin darle respiro.
En una entrevista con el noticiero Telenoche, relató con crudeza cómo es su día a día y explicó por qué considera que la eutanasia es la única salida posible para su situación. “Lo único que deseo es poder dormirme y no despertar”, expresó, al tiempo que cuestionó la falta de respuestas institucionales ante su pedido.
María recordó que, pese a su diagnóstico, durante muchos años logró sostener una vida familiar y criar a su hija. Sin embargo, el avance de la enfermedad terminó por limitarla por completo. Hoy no puede moverse, ni realizar tareas básicas, ni compartir momentos simples con su nieta. “La vida es linda cuando uno puede vivirla; yo ya no puedo”, lamentó.
Al referirse a lo que espera de la Justicia, fue directa: pidió ser escuchada y acompañada en su decisión. Aseguró que su reclamo no es solo personal, sino que busca visibilizar a quienes atraviesan situaciones similares y no tienen voz. “Yo puedo hablar, y hablo también por ellos”, afirmó.
Según explicó, su determinación es absoluta y no responde a un impulso pasajero. Dijo pensar en ello a diario y describió la muerte no como un final temido, sino como una forma de alivio. “Para mí sería una liberación”, sostuvo, al referirse a un cuerpo que siente como una prisión.
Para sobrellevar las noches, contó que se refugia en un mundo imaginado, donde puede trabajar, hacer deporte y compartir con una familia que hoy solo existe en su mente. “Eso me da paz para dormir”, relató.
María también fue tajante al plantear qué ocurriría si su pedido fuera rechazado: advirtió que dejaría de alimentarse. En cambio, si la Justicia le permitiera acceder a la eutanasia, dijo que sentiría que, finalmente, alguien la ayudó. “Mi mente está bien, pero mi cuerpo no responde. Vivir así es insoportable”, expresó.
“Ya no doy más”, repitió durante la entrevista, y cerró con un pedido desesperado: morir de manera digna.
Fuente: Telenoche (Uruguay).