Michael J. Weirsky, residente de Alpha, Nueva Jersey, estaba pasando por un momento personal muy difícil. Se encontraba sin trabajo y acababa de enfrentar la separación de su esposa tras 15 años de matrimonio.
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SUSCRIBITEMichael J. Weirsky lo estaba pasando mal tras romper un matrimonio de 15 años, pero el destino le tenía preparado un giro inesperado: 273 millones de dólares
Michael J. Weirsky, residente de Alpha, Nueva Jersey, estaba pasando por un momento personal muy difícil. Se encontraba sin trabajo y acababa de enfrentar la separación de su esposa tras 15 años de matrimonio.
En medio de esta incertidumbre, Weirsky compró un boleto de lotería en una tienda QuickChek de Phillipsburg. Sin embargo, al pagar, se retiró del local sin darse cuenta de que había dejado el boleto sobre el mostrador.
El ticket ganador fue encontrado por un empleado del local, quien decidió guardarlo y esperar a que el dueño regresara. Al día siguiente, Weirsky volvió a la tienda al notar el olvido y pudo recuperarlo. La verdadera sorpresa llegó cuando revisó los números: tenía el único boleto premiado con 273 millones de dólares en el sorteo de Mega Millions.
Tras confirmar el resultado, Weirsky eligió cobrar el premio en un pago único, lo que se tradujo en unos 162,5 millones de dólares antes de impuestos.
En una conferencia de prensa organizada por la Lotería de Nueva Jersey, el hombre expresó su incredulidad y agradecimiento. Mencionó que entre sus primeros planes estaba comprarse una camioneta nueva y tomarse un merecido descanso después de un largo período de dificultades económicas y personales.
La historia, que en realidad ocurrió en marzo de 2019, volvió a ganar popularidad en redes sociales por la coincidencia temporal: el divorcio se había concretado justo antes de que Weirsky se convirtiera en multimillonario.
Según trascendió, la decisión de la separación no fue repentina. Eileen Murray, la exesposa del ganador, explicó que la relación se había deteriorado durante años debido al desgaste emocional y económico. Afirmó que ella había asumido la mayor parte de las responsabilidades financieras y del hogar, lo que finalmente quebró el vínculo.
Murray, quien trabajó como analista de costos y mantuvo a la familia mientras Weirsky estaba desempleado, fue clara al referirse al premio de su exmarido.
"No me atrae de repente porque tiene dinero. Tengo moral. Sé para qué he trabajado y es todo lo que tengo", sostuvo.
La separación se formalizó en octubre, y Murray fue enfática al decir que no piensa retomar la relación: "No voy a volver con él. Soy una persona con altos valores morales. Siempre he trabajado y de ahí saqué todo lo que tengo". Incluso con la situación económica actual, Murray reiteró que no volvería con él "ni por todo el dinero del mundo".
FUENTE: Aire de Santa Fe
