La Justicia italiana investiga un presunto "safari humano" en Sarajevo
La hipótesis es que millonarios, en rol de "francotiradores de fin de semana", pagaban fuertes sumas de dinero mataban impunemente a los habitantes de Sarajevo, sitiada por tropas serbobosnias entre 1992 y 1995
La existencia de una macabra red que operó durante la guerra de Bosnia (1992-1995) ha conmocionado a Europa, especialmente a Italia, tras revelarse que "turistas" europeos multimillonarios participaban en cacerías de civiles en Sarajevo, una práctica denominada "safaris humanos".
Estos "turistas de guerra" o "francotiradores de fin de semana" eran en su mayoría ciudadanos adinerados, simpatizantes de la ultraderecha y amantes de las armas. Se juntaban en Trieste, al norte de Italia, y desde allí eran trasladados a las colinas que rodeaban Sarajevo.
Entre 1993 y 1995, estos individuos pagaron para disparar y matar a civiles indefensos "por placer". Accedían a posiciones del Ejército de la República Srpska para obtener un punto de disparo privilegiado sobre la ciudad.
Según la información revelada, un exagente de los servicios secretos del Ejército bosnio, Edin Subasic, relató en el documental Sarajevo Safari que estos hombres no eran pagados por luchar, sino que pagaban por disparar a civiles, "como si fuera un safari humano". Subasic afirmó haber recopilado información sobre italianos que participaron como francotiradores durante el bombardeo de Sarajevo.
Costos y objetivos
La macabra experiencia tenía un alto precio. Se pagó hasta el equivalente de 100.000 euros actuales (unos 116.400 dólares) por el safari. Según la cadena de televisión bosnia FTV, existía una "lista de precios especial" en la que los costos variaban dependiendo del objetivo: "un hombre, una mujer, una embarazada o un niño", calculándose que se pagaba aún más por dispararle a niños.
Aunque la investigación se centra en gran medida en Italia, donde se cree que participaron entre cien y 200 "francotiradores" italianos, el exagente Subasic señaló haber visto a tres italianos (uno de Milán) y otros dos extranjeros, de origen no revelado, que gozaban de un estatus especial y estaban bien equipados. También se habrían sumado tiradores procedentes de otros países.
La investigación judicial
La revelación de esta red se produjo gracias a la presentación del periodista y escritor italiano Ezio Gavazzeni. Gavazzeni proporcionó documentos y testimonios a la fiscalía de Milán, señalando que el documental Sarajevo Safari del director esloveno Miran Zupanic, estrenado en 2022, fue el punto de partida de su trabajo. La denuncia de Gavazzeni fue respaldada por la exalcaldesa de Sarajevo, Benjamina Karic, quien había presentado una demanda similar en 2022.
Ante el bloqueo en Bosnia, que archivó el caso por dificultades internas, y en Serbia, que lo descartó como una "leyenda metropolitana", Gavazzeni decidió impulsar la investigación en Italia.
Actualmente, la Fiscalía de Milán ha abierto una causa por "homicidio voluntario agravado" contra los "francotiradores de fin de semana". La investigación ha sido transferida a la ROS, una unidad especial de los Carabinieri. Italia es el primer país que ha iniciado una investigación judicial contra estos participantes temporales en la guerra, quienes podrían ser los primeros ciudadanos europeos juzgados por crímenes de guerra cometidos fuera de jerarquías militares formales, pero con el apoyo de las fuerzas armadas serbobosnias.