El próximo miércoles 27 de septiembre INDEC estará informando la incidencia de la pobreza y de la indigencia del primer semestre del corriente año. En la previa, consultoras privadas hacen mediciones por demás alarmantes, señalando un salto que preocupa.
Desde CEDLAS (Centro de Estudios Distributivos, Laborales y Sociales), de la Universidad Nacional de La Plata, indicaron que la pobreza del primer semestre estaría entre el 40 y el 41%. Una estimación similar se maneja desde el Centro de Investigaciones de Finanzas de la Universidad de Di Tella, proyectando un 40,1% de pobreza para el primer semestre.
De esta manera, se daría un salto más que importante y alarmante, ya que el dato del primer semestre del 2022 de INDEC señala una pobreza del 36,5%. Un dato no menor es que la cifra que se conocerá la próxima semana es anterior a la disparada inflacionaria sucedida en agosto, tras las elecciones PASO.
Este aumento de 3,6 puntos en el número de pobres representa proyectado a todo el país unos 1,7 millones de pobres más que un año atrás. El dato del INDEC es de 31 aglomerados urbanos, que totalizan 29 millones de personas. Si esos porcentajes se extienden a toda la población (46,2 millones), incluyendo la rural, equivale a casi 18.500.000 pobres, de los cuales poco más de 4 millones serían indigentes.
El aumento de la pobreza se explica por el empobrecimiento de los trabajadores ocupados en todas las modalidades laborales (registrados y no registrados) y en los que desempeñan por cuenta propia por el rezago de los ingresos de los hogares frente al fuerte incremento de la inflación.
Si bien el dato de INDEC se conocerá la próxima semana, si las estimaciones privadas son correctas, sería algo más que alarmante, ya que señalaría que, pese a la generación de empleo, los trabajadores cobran salarios empobrecidos.