Pía Montigel vive en Barreal y allí, donde el cielo es más limpio, una patada bien dada puede abrir caminos. A sus 15 años, Pía encontró en el taekwondo una forma de vencer la timidez, viajar, hacer amigos y soñar en grande. Ganadora del oro en Los Juegos Evita el año pasado, ahora se prepara para los Juegos Binacionales, que se celebrarán en Maule en noviembre.
En el nuevo episodio de Almateur, el microprograma deportivo de Tiempo de San Juan, llega la historia de esta joven deportista que comenzó practicando básquet como su familia, pero que un día se animó a probar algo nuevo. “Entré a una escuelita de taekwondo medio de casualidad, y al principio estaba muy nerviosa. Nunca había hecho un deporte así”, cuenta.
Pero la incomodidad inicial duró poco: bastó una primera victoria en un torneo en Mendoza para que decidiera cambiar el rumbo. “Gané mi primera pelea y me gustó. Sentí que esto era lo mío”, recuerda.
El 2023 fue un año clave. Pía no logró podio en los Juegos Evita, pero no bajó los brazos. Volvió en 2024 y se consagró campeona nacional. “No lo podía creer. Me puse a llorar. Fue mi primer logro y me abrió muchas puertas”, relata sobre esa medalla de oro que la conectó con la selección argentina, con entrenamientos especializados y con la posibilidad de recibir una beca en su localidad.
En San Luis, durante un campus de entrenamiento, un elogio de un entrenador nacional terminó de sellar su confianza. “No fue la gran cosa, solo me felicitó por una patada, pero me llegó muy al fondo”, admite con emoción.
Hoy, además de entrenar para clasificar a los Juegos Binacionales, Pía también transmite su pasión: ayuda a su profesor guiando a los más pequeños que llegan al tatami. “Tengo la responsabilidad de enseñarles y cuidarlos”, dice con naturalidad, como si la disciplina ya formara parte de su esencia.
En los Juegos Evita el año pasado, cuando sentí que quedé en primer lugar, como que me empecé a emocionar... al principio no lo podía creer, pero después reaccioné y me puse a llorar. En los Juegos Evita el año pasado, cuando sentí que quedé en primer lugar, como que me empecé a emocionar... al principio no lo podía creer, pero después reaccioné y me puse a llorar.
Fuera del entrenamiento, también disfruta del compañerismo. “Me hice muy amiga de Nayara, nos apoyamos mutuamente, nos enseñamos cosas. El lazo que tenemos es muy lindo”, comparte.
Desde Barreal, Pía ya no solo viaja a competir, sino también a conocer ciudades, compartir mates en las plazas y disfrutar con sus compañeros. Porque competir también es celebrar.
Mirá el video completo del episodio de Almateur con Pía Montigel:
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