En el mundillo del automovilismo, hay voces que suenan tan familiares como el rugido de los motores. Una de ellas es la de Javier Delle Rose, periodista de Carburando y referente de los fines de semana fierreros en la Argentina. Su regreso al autódromo El Zonda, esta vez para la fecha del TC2000 y el Zonal Cuyano, fue un viaje emocional y profesional que lo conectó con la historia viva del automovilismo.
“La verdad que es un circuito, primero que nada, imponente. De los más lindos del país, de los que tiene tanta historia con el automovilismo tan arraigado, tan natural y tan arriesgado”, contó a Tiempo de San Juan.
Para el hombre que pasa sus domingos en boxes, El Zonda no es solo una pista: es una leyenda, un escenario que mezcla riesgo, belleza y tradición, y que tiene una mística particular reconocida por los grandes del volante: “Juan María Traverso decía que el que gana en El Zonda se recibe de piloto. Me parece una definición fenomenal”. “Porque este circuito no perdona. Tiene algo que te exige respeto, te pone a prueba y te deja marcado", agrega.
Del eco del cerro a la sierra de Fangio
El periodista balcarceño encuentra en El Zonda un espejo de su propia tierra, Balcarce, donde nació el mito de Juan Manuel Fangio y donde el automovilismo se respira desde siempre.
“Yo soy balcarceño y vos sabés que en Balcarce hay una historia muy particular y muy paralela con el Zonda”, cuenta. “Aunque el Zonda se inauguró en 1967, su origen tiene algo mágico. En 1953, un señor de apellido López Orozco tenía un camión con escape libre y al escuchar el ruido que devolvía el cerro, soñó con hacer un autódromo acá. Copello trató de hacerlo desistir, pero la idea siguió viva. Se hizo el diseño original y los ingenieros Romano Petrini y Alberto Olivera lo construyeron. Fangio intervino, cambió el sentido de giro y se llevó ese diseño al autódromo de Balcarce. Siempre digo que el Fangio es un poquito más largo que El Zonda, pero nacen del mismo espíritu: la pasión por los fierros", confiesa.
Esa anécdota une dos geografías y dos historias, donde el ruido del motor no es solo sonido, sino identidad.
“Estamos ante la mejor versión de El Zonda”
El retorno del TC2000 al Eduardo Copello marca un nuevo capítulo para el automovilismo sanjuanino, y Delle Rose no escatima elogios.
“La categoría hace una apuesta muy importante porque llega a un circuito difícil, complejo, con autos nuevos como los modelos SV. Pero además hay un enorme trabajo de la provincia. Creo que el gobierno de San Juan se puso el autódromo al hombro, porque han hecho un trabajo fenomenal. En los 48 años de historia de El Zonda, me parece que estamos ante su mejor versión.”
Con su tono de comentarista experimentado, Delle Rose lo dice con orgullo y admiración. Habla de una pista que volvió a brillar y de una comunidad que la siente propia.“El Zonda tiene alma. Cada vez que los autos pasan por la quebrada, el ruido rebota en el cerro y te eriza la piel. Es algo que no se explica, se vive", cierra.