Impulsándose con sus dos manos y su pierna izquierda, Lisandro sube y baja de las rampas a toda velocidad. Nada lo detiene. Con otros skaters a su alrededor, el chico de 12 años hace de las suyas en la pista de Capital, alcanzando grandes alturas con apenas un sigiloso movimiento de cadera. La tiene clara. La patineta es parte de su vida desde que es pequeño. Primero la adoptó como un medio de transporte y ahora lo acompaña en una nueva aventura en el deporte.
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Lisandro nació sin su pierna derecha producto de un embarazo congénito. Pero nada le impidió desenvolverse como lo que es, un niño inquieto con grandes sueños.
Por un tiempo jugó al fútbol en Unión, cuando tenía su pierna ortopédica, sin embargo desde hace unos meses decidió apostar por el skate, un deporte que ya lo conocía desde pequeño. En realidad el primer contacto con la patineta surgió como una necesidad a la hora de trasladarse a la escuela u otro lugar. El skate Penny es el primero que tuvo, después, con mucho esfuerzo, su familia pudo comprarle un skateaboarding profesional.
"El skate llegó a mi vida con un transporte porque la prótesis me quedaba chica y la silla de ruedas ocupaba mucho espacio en mi casa. Entonces me compré la patineta y la empecé a usar de transporte. Era un medio ágil, entonces fui aprendiendo. La rampa también me ayudó en el proceso, empecé a agarrar velocidad y a aprender a saltar. Al principio me daba miedo, pero después me fui soltando", cuenta el protagonista.
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Su mamá Jennifer fue clave en su incursión en el deporte extremo. Cuando llegó a la pista de Capital prácticamente lo hizo engañado, pensando que iba a ir a una plaza. Jamás se imaginó que se iba a topar con un "funbox", "half" o "quarter", algunas de las rampas que hay en las pistas: "Si bien desde chiquito ando en patineta, recién el verano pasado empecé a venir a la pista. Y la verdad es que me gusta mucho por la adrenalina, los trucos, los saltos y la velocidad. Es un deporte que me quita el estrés, me ayuda también a ejercitarme"
Lisandro ya tuvo sus primeras competencias con "Lagartija Dorada" pero anhela poder salir de San Juan y ser parte de otros eventos nacionales e internacionales. Los Juegos Evita que se celebran todos los años en Mar del Plata son sin dudas su debilidad. "El skate pasó de ser un hobby y un medio de transporte a un deporte. Hice fútbol, intenté hacer rugby y ahora estoy con el skate. Nunca me detuve, porque nunca tuve vergüenza y mi condición la veo totalmente normal. A quienes estén en mi situación les digo que sigan haciendo deportes".
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