El asadito ya es parte de la tradición cada vez que el Circuito San Juan Villicum trae ruido de motores. El plato fuerte lo ponen los pilotos en la pista, pero los de afuera también cumplen funciones importantes que hacen completo el show. Un pocitano se adueñó de un rinconcito para exponer su obra de arte a la llama: la punta de espalda que ya tomaba color a las 11 de la mañana y un mesón con embutidos caseros de su produccion.
Walter Carrizo es la cabeza del equipo de asadores, y este domingo recorrió varios kilómetros para traer su mejor producto.
"Nosotros trajimos nuestro corte, la punta de espalda a la llama. De las 7 de la mañana que se está haciendo, cosa de que a esta hora ya empiecen a salir los sanguchitos", le comentó Walter a Tiempo de San Juan.
Nosotros hacemos todo con leña y por ahí eso atrae más a la gente que es de afuera y quiere comprar
El asado no era la única apuesta, sino que traía embutidos cien por ciento de de su produccion. "Este es salamin, pero tiene queso adentro. Te ahorras la picada", bromeó.
Abel, el carrito amarillo sanjuanino:
Otra de las apuestas fuera de la pista fue la del carrizo Abel, que expuso ante los fierreros una carta de variedad y con el saborcito de la casa. "No se puede decir el secreto de este sanguche de asado, pero nuestro fuerte son los lomos. El sanjuanino le da un toque especial".