Raúl Antuña sueña en grande con el fútbol de Ecuador. El Orense, que venía de un arranque irregular y con la decepción de haber quedado eliminado de la Copa Sudamericana, encontró en el entrenador sanjuanino un nuevo aire: en tres partidos dirigidos, cosechó siete puntos y escaló hasta el cuarto lugar en la tabla de posiciones, quedando a solo dos unidades de los líderes.
Tras despedirse del club de sus amores, San Martín, " Purruco" inició oficialmente su ciclo en el machaleño el domingo 30 de marzo. Y lo hizo con un triunfo clave por 1-0 en su visita a El Nacional, en el estadio Olímpico Atahualpa. Miguel Parrales fue el autor del único gol del encuentro, que marcó un quiebre para el equipo, entonces ubicado en la parte baja de la tabla. Luego, en su estreno como local en el estadio 9 de Mayo, empató sin goles ante Cuniburo.
Pero el gran golpe llegó en la octava fecha: Orense le ganó 3-1 a Barcelona SC, dirigido por el exjugador Segundo Castillo, que además de su nombre en el fútbol genera repercusión por sus looks extravagantes. “El partido se rompió definitivamente”, titularon los medios ecuatorianos, y no fue para menos. Orense tomó el control, aprovechó los espacios y dominó al equipo torero.
Con estos resultados, el equipo de Antuña se ubica cuarto en la Serie A de Ecuador (denominada con su nombre comercial LigaPro Ecuabet) con 13 puntos, solo por detrás de Independiente del Valle, Cuniburo y Barcelona SC, que comparten la cima con 15.
El exDT Verdinegro atraviesa un gran presente en Ecuador, país al que regresó después de más de 15 años tras su paso como futbolista, donde se ganó el cariño de la gente. Esta vez, sin su tradicional melena y desde el banco de suplentes, el “Purruco” volvió para dar pelea. “Estoy muy agradecido. Siempre recibí mucho cariño en mi estadía como jugador y regresar me ha hecho sentir contento”, expresó tras el resonante triunfo ante Barcelona.