Ornella Venturini cruzó toda la Cordillera de Los Andes por el World Superbike, categoría que sigue desde hace siete años, cuando descubrió su pasión por las motos. Guillermo Figueroa y su grupo de 20 amigos también hizo cientos de kilómetros para llegar a San Juan y ser protagonista, desde las gradas, de una de las máximas categorías del motociclismo mundial. Esta son dos de las impresionantes historias que hay detrás del monstruo llamado World SBK, que este año dio cita por cuarta vez en San Juan.
Son historias, vivencias y aventuras reales, que sólo se encuentran en las gradas del gigantesco autódromo El Villicum. Allí, donde se ubican los aficionados que pagaron su ticket e incluso, en su mayoría, recorrieron kilómetros y kilómetros para ver a los mejores pilotosde la categoría, en su única visita al país en todo el año.
Desde Chile y 10 horas de viaje en moto por el Superbike
Ornella, oriunda de Santiago de Chile, llegó a la provincia en su impresionante moto Ducati. Un vehículo que se robó toda la atención en el estacionamiento donde posaban las cientos de motos. "Llegamos el viernes y ahora vamos a ver de qué se trata, a disfrutar. Vinimos a ver la velocidad, que es lo que nos gusta. Es mi primera vez en El Villicu, no la primera en San Juan", comentó la mujer.
A un par de metros, Guillermo Figueroa, de General Deheza, Córdoba. El hombre arribó a la provincia con un grupo integrado por 20 amigos, todos fanáticos de las motos. Se trata de la tercera visita que hacen al imponente circuito sanjuanino. "Desde que se empezó a hacer el Superbike venimos a San Juan. Es nuestro motivo de entusiasmo y reuniones, planificamos todo el año este tipo de actividades. Debo decir que San Juan tiene el mejor autódromo del país", expresaron los muchachos.
El grupo de amigos que vinieron desde Cordoba por el Superbike
Desde el aire: Locura por el Superbike en el Circuito Villicum