De la felicidad y euforia a la desolación y preocupación. Cristian vivía una de las experiencias laborales más importantes como seguridad de la Eurocopa cuando en plena Fan Fest comunicaban por un altoparlante que el jugador Christian Erikson había caído desplomado al campo de juego y era reanimado por el personal médico. Estaba a metros del lugar de los hechos, el estadio Parken de Copenhague, donde había estado minutos antes y tras el dramático episodio, se había sumergido a un silencio total. “Se quedaron callados. La gente empezó a llorar, estaba desconsolada”, relata el joven sanjuanino.
Cristian vive en Dinamarca desde hace más de un año. Después de pasar por Alemania y Francia, desembarcó en la ciudad de Copenhague con el mismo propósito de buscar un mejor futuro. Allá se gana la vida como delivery y demoledor, pero este último fin de semana se animó a una nueva y desconocida faceta como seguridad, contratado nada menos que por la UEFA.
“Me anoté de manera online y a los días me avisaron que había sido seleccionado. Me dieron ropa de trabajo, hasta zapatillas, y me mandaron a la zona donde están los hinchas. Se trata de un evento muy importante. La gente está todo el día pendiente de estos partidos, vas por la calle y todos andan con camisetas. Es todo fútbol, se vive un ambiente muy loco”, cuenta Cristian.
El sábado 12 de junio era un día festivo. Dinamarca enfrentaba a Finlandia por la Eurocopa con público en las tribunas, en medio de la pandemia de coronavirus, y los hinchas lo vivían con intensidad y entusiasmo. Sin embargo, el clima de celebración se transformó automáticamente cuando el futbolista danés se desmayó en los últimos minutos del primer tiempo del partido. Sus compañeros formaron un círculo alrededor de su capitán para impedir que se fotografíe el momento, mientras los médicos atendían al jugador de forma urgente en un clima de enorme tensión.
“Fue un silencio total. No entendíamos qué pasaba. Cuando comunicaron y lo mostraron por la pantalla el estado de la gente cambió rápidamente. Todos estaban triste y en los alrededores se generaron muchos problemas, por efecto de lo que sucedió y también del alcohol”, comenta.
Fueron minutos dramáticos hasta el segundo comunicado. “Después avisaron que el jugador había sido reanimado y la gente empezó a aplaudir, el ambiente cambió un poco. Ya cuando el partido se reanudó algunos hinchas volvieron al estadio, pero el partido perdió su entusiasmo”, comentó el joven pocitano.
Eriksen se encuentra hospitalizado en el Rigshospitalet de Copenhague, donde permanecerá internado en observación "aún hoy y quizás también el martes". Los hinchas de Dinamarca, su país, y de Finlandia, el rival, se acercaron hasta el nosocomio para mostrarle su apoyo. “Acá todos están movilizados. Es de lo que más se habla en todo momento”, cerró el sanjuanino.