Toques, circulación, movilidad en todas las posiciones, subidas por las bandas y una presión constante; así juega este Vélez, quizás el equipo con mejor juego de la Primera de AFA. Eso fue demasiado para un San Martín que se sigue desinflando, que no gana desde la tercera fecha, se afirma en la promoción y está a un paso de quedar en posición de descenso directo, si Tigre mañana le gana a Boca.
El Verdinegro lo peleó pero no tuvo chances ante el conjunto del Tigre Gareca, si hasta comenzó perdiendo con un gol en contra de Cristian Grabinsky. El golazo del empate de Facundo Affranchino sólo fue un relámpago de ilusión, porque si bien hubo entrega por parte de los jugadores, en fútbol se vio superado por la visita que manejo la pelota y los tiempos.
En el complemento, el 2-1 llegó con un golazo de puro toque del equipo de Liniers. Leandro Velázquez en la primera que tocó, tras su ingreso, la mandó adentro. Cinco minutos después se escapó Lucas Prattó y clavó el lapidario 3-1. Ahí llegó la furia de los hinchas que derivó en la suspensión por parte del árbitro Trucco, después de esperar varios minutos para que se dieran las garantías, algo que no sucedió.
San Martín sigue golpeado, el DT Garnero metió cuatro cambios en la formación inicial para esta fecha, pero los resultados se siguen negando y la paciencia de la gente se agotó.