Hay muchas personas, tanto hombres como mujeres, que prefieren bañarse al final del día. Así, cierran una jornada cargada de actividades con una ducha relajantes, listos para ir a la cama e iniciar un nuevo día. En la práctica, muchos caen rendidos antes de secar el pelo y esto resulta ser poco saludable, ya que al parecer solo nos podemos levantar con el cabello más revuelto, pero las consecuencias pueden ser peores.
Dormir con el cabello mojado puede facilitar la aparición de hongos o infecciones. Durante la noche, la fibra capilar puede retener agua creando un ambiente propicio para que proliferen microorganismos como hongos, bacterias o ácaros. Esto puede generar caspa y hongos.
Hacerlo habitualmente puede generar alopecia, picazón y contribuir a la caída del cabello.
Para prevenir estos problemas, es recomendable dejar que el cabello se seque al aire o con secador, pero usando un protector térmico.
El cabello está protegido por una capa llamada cutícula, que actúa como barrera ante agresiones externas como los rayos solares o los microorganismos. Cuando está mojado, el agua puede penetrar esta capa protectora, debilitándola y dejando las fibras capilares más vulnerables.
Por su parte, el cabello mojado es más elástico, pero su estructura proteica se vuelve más frágil, lo que facilita que se rompa al moverse mientras dormís.
Además, el ambiente húmedo que se genera al dormir con el cabello mojado favorece el crecimiento de microorganismos, como el hongo Malassezia. Este hongo, que suele estar presente en la piel de manera natural, puede aumentar la descamación, la picazón y causar dermatitis seborreica, una inflamación que provoca enrojecimiento en el cuero cabelludo.
La humedad también fomenta la proliferación de la bacteria Staphylococcus aureus, responsable de infecciones en el cuero cabelludo. Estas infecciones pueden manifestarse como granos, abscesos e incluso problemas más graves si no se tratan adecuadamente.
Teniendo en cuenta todo esto, lo mejor es dedicarle unos minutos al secado del cabello antes de dormir, para evitar complicar la salud de tu cabello, llevando a desarrollar cuadros más graves.