Tras las elecciones legislativas de medio término, el mapa político de la Argentina se tiñó mayoritariamente de violeta. El color que identifica a La Libertad Avanza (LLA) dominó la escena nacional al imponerse en 16 de los 24 distritos del país, consolidando el liderazgo del oficialismo libertario en buena parte del territorio argentino.
La fuerza que encabeza Javier Milei, y que cuenta con estructura partidaria en todas las provincias, obtuvo triunfos en Jujuy, Salta, Chaco, Misiones, La Rioja, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos, Mendoza, San Luis, Neuquén, Río Negro, Buenos Aires, Chubut, Tierra del Fuego y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Por su parte, el peronismo, con distintos sellos locales, logró mantener presencia en algunos bastiones. Se impuso en seis provincias: Catamarca (Frente para la Victoria), Tucumán (Frente Tucumano Primero), Santiago del Estero (Frente Cívico por Santiago), San Juan (Fuerza San Juan), La Pampa (Frente Defendemos La Pampa) y Santa Cruz (Fuerza Santacruceña).
En tanto, la alianza Provincias Unidas consiguió retener una sola provincia: Corrientes, donde el espacio Vamos Corrientes, liderado por el gobernador Juan Pablo Valdés, logró imponerse sobre el oficialismo nacional.