Han visto recuperaciones asombrosas: perros que no podían ni siquiera moverse y que gracias a los tratamientos, ahora pueden caminar. Emocionados, los dueños de las mascotas les agradecen eternamente y como si fueran tesoros, ellos guardan los videos que muestran esa evolución en los perritos que atendieron. Los protagonistas de esta historia son Marco Baudino y Nicolás Waisman, dos jóvenes que están cerca de recibirse de kinesiólogos y que se han especializado en devolverles la marcha a animales que no podían caminar.
Ambos prestan sus servicios en la clínica veterinaria Central, ubicada en Ignacio de la Roza y Paula, tres veces a la semana. Empezaron con unos pocos pacientes, pero los resultados han sido tan buenos que semana a semana se incrementan.
"Empezamos por una iniciativa de Héctor Sales, empezamos como hobby, nos encantó. Arrancamos con un perrito que estaba abandonado en la veterinaria, que no caminaba y empezamos con un tratamiento y resultó excelente. El perro comenzó a caminar, así iniciamos el camino”, arrancó contado Nicolás, de 23 años.
Los chicos tienen toda la aparatología: los perritos pueden hacer desde sesiones de hidroterapia en una pileta que tienen especialmente acondicionada hasta láser puntura, electro estimulación, esfero dinamia y magneto terapia. Ambos explicaron que los tratamientos que se hacen a los animales son muy similares a los que requieren los humanos.
No sólo tratan perros con problemas de movilidad sino que también diseñan planes de nutrición y de gimnasio para animales obesos.
Los primeros pacientes los tuvieron en el 2013 y desde ahí no pararon. Al principio la gente era un poco escéptica. "Hace dos años empezamos a crecer un montón y tenemos en promedio diez pacientes a la semana. La gente se prende. Aparte muchos callejeros que son atropellados, con moquillo, han sido tratados y han recuperado la movilidad”, contó Marco.
En cuanto a los casos que han abordado, han tenido desde perros con lumbalgia muy leves (con cinco sesiones mejoran), con lesiones cervicales, artrosis, artritis, obesidad, con moquillo y hasta animales atropellados.
Cuando arrancaron, los dueños de las mascotas no creían que tratamientos kinesiológicos pudieran tener efectos positivos en sus animales, pero al cabo de un par de sesiones vieron los resultados materializados en un par de pasitos tímidos.
Para absorber más información, ambos además de sus estudios universitarios (que están a punto de culminar) hicieron cursos y cuentan con la ayuda incondicional de Sales. Además, gracias a la página de Facebook que crearon –llamada KIAS- han logrado contactarse con gente de Chile y de España, con quienes intercambian casos clínicos y experiencias.
Mientras los chicos hablan con Tiempo de San Juan un paciente en vivo es tratado con aparatología de primer nivel. El perrito estaba muy cómodo, no ladró nunca y se quedaba quieto en la posición en la que lo pusieran.
Llama la atención la cantidad de videos que les mandan a Nicolás y Marco, los chicos cuelgan en la página una gran parte de este material audiovisual en donde los dueños no contienen su emoción al ver ese integrante de la familia que vuelve a caminar después de años en los casos más dramáticos.
Sueños para el futuro, muchos. Claro, ambos tienen una vida profesional por delante. En los planes de los dos la recuperación de animales seguirá teniendo un protagonismo especial. No en vano son los primeros rehabilitadores caninos de San Juan.