La desaparición de una joven de 18 años en Chimbas, que mantuvo en vilo a la provincia, abrió un debate sobre los riesgos de los videojuegos online. P.B., que había salido de su casa en el Barrio Talacasto y fue encontrada en Buenos Aires, conoció a un hombre a través de Free Fire, un popular juego móvil de disparos, y con él mantuvo contacto por Facebook. Según informaron fuentes calificadas a este diario, el hombre sería un peruano mayor de 40 años que incluso le habría pagado los pasajes y estadías.
La situación encendió las alarmas en el entorno familiar y judicial, ya que se sospecha que podría tratarse de un caso de grooming. La joven, quien regresó a su casa el pasado miércoles, se negó a dar detalles sobre lo ocurrido, hasta esa fecha. Este escenario aumentó las dudas sobre cómo se produjo el vínculo y cuáles fueron los motivos de su partida.
¿Qué es el Free Fire?
Free Fire es uno de los juegos más descargados en Argentina y en el mundo. Se trata de un “battle royale” en el que hasta 50 jugadores compiten en línea dentro de una isla virtual, comunicándose mediante chat escrito o de voz. Aunque la aplicación tiene una clasificación de edad sugerida, en la práctica millones de adolescentes y niños acceden a ella, lo que genera un espacio de interacción con desconocidos de cualquier lugar del mundo.
Embed - Cómo empezar a jugar Free Fire
En San Juan, como en otras provincias, es uno de los títulos más elegidos por adolescentes. El atractivo es su gratuidad, la facilidad de acceso desde cualquier celular y la posibilidad de jugar en equipo. Sin embargo, esa misma dinámica convierte al juego en terreno fértil para contactos con personas que pueden falsear su identidad.
La voz de los gamers sanjuaninos
Para entender cómo funciona este universo, Tiempo de San Juan consultó a jóvenes sanjuaninos que conocen de cerca la dinámica del juego. Lucas Colella explicó que la comunicación en Free Fire es abierta y sin filtros: “Uno se puede comunicar con cualquiera. Puede ser con voz o con chat, y uno ni siquiera sabe quién está del otro lado”. El joven conoció personas por este juego, con quienes hablaba todos los días. Para él, no es raro que exista una rápida confianza, porque se comparte mucho tiempo jugando y charlando.
El gamer señaló que el peligro radica justamente en esa confianza que se construye en poco tiempo: “Con una partida tras otra, terminás hablando de tu vida personal”. Además, indicó que muchos jugadores piden redes sociales, fotos o hasta ser agendados en WhatsApp. “Para un niño, eso puede ser muy difícil de manejar”, dijo.
Por su parte, Ismael Mansur coincidió en que el riesgo no es exclusivo de Free Fire: “Esto puede pasar en cualquier plataforma en línea, porque en internet cualquiera puede hacerse pasar por alguien más”. Al igual que Colella, conoció amigos a través de los videojuegos, algunos con los que incluso mantuvo contactos personalmente. Pese a ello, admitió que fue consciente de que podía haber personas con otras intenciones.
Mansur agregó que internet es un espacio donde se mezclan dos realidades: la de quienes buscan divertirse y socializar, y la de quienes se aprovechan de la vulnerabilidad de otros. “Los juegos son un lugar de encuentro, pero al mismo tiempo no hay ninguna garantía de que el que te habla tenga la edad que dice o las intenciones que aparenta. Ahí está el riesgo”, advirtió.
Ambos coincidieron en que los videojuegos son una parte central de la vida de los adolescentes de hoy, pero también remarcaron que muchas veces falta acompañamiento de los adultos. “La mayoría de los padres no sabe cómo funciona el juego. Piensan que es solo disparar, pero en realidad hay una red social adentro, con chat y voz. Si los padres no lo conocen, no pueden advertirle a sus hijos de los peligros”, resumió Colella. Ambos coincidieron en que los videojuegos son una parte central de la vida de los adolescentes de hoy, pero también remarcaron que muchas veces falta acompañamiento de los adultos. “La mayoría de los padres no sabe cómo funciona el juego. Piensan que es solo disparar, pero en realidad hay una red social adentro, con chat y voz. Si los padres no lo conocen, no pueden advertirle a sus hijos de los peligros”, resumió Colella.
Grooming y el riesgo en los juegos online
El caso de Chimbas se suma a una preocupación que ya es global. Informes de la Red Grooming LATAM advierten que 7 de cada 10 chicos en la región desconocen qué es el grooming y 6 de cada 10 admiten haber conversado con extraños en línea. Además, la edad promedio de acceso al primer celular ronda los 9 años, lo que significa que niños cada vez más pequeños quedan expuestos a estas dinámicas.
Los especialistas señalan que juegos como Free Fire, Fortnite, Roblox o Minecraft son entornos donde los adultos pueden entablar conversaciones con menores y, a partir de allí, intentar obtener información personal o establecer vínculos engañosos. La naturalización de los “noviazgos digitales” es otro de los puntos que preocupa a las organizaciones que trabajan en prevención.
En este marco, la desaparición y regreso de la joven sanjuanina no solo generó conmoción en la comunidad, sino que también dejó expuesto un escenario donde los videojuegos online se convierten en canales de contacto que, sin controles ni acompañamiento, pueden derivar en situaciones de alto riesgo.