En el último tiempo, la problemática de los jabalíes en San Juan comenzó a convertirse en tema de debate público. Históricamente productores del sur de la provincia denuncian que esta especie invasora produce daños irreversibles en plantaciones y en criaderos, así como también en la flora y fauna autóctona. Mientras las autoridades debaten qué medidas tomar al respecto, surge la duda de cómo llegaron estos animales al territorio provincial y la respuesta es increíble: como si de efecto mariposa se tratase, todo comenzó en La Pampa en 1912.
Según indicó el veterinario Aldo “Pirata” Olivares, es improbable la hipótesis de que la invasión de estos animales haya comenzado luego de que un zondino trajera una pareja de jabalíes provenientes de la Patagonia. A diferencia de esto, el especialista indicó que la expansión fue mucho más progresiva (e insólita).
Pedro Luro, quien dejó la medicina para casarse con una terrateniente de La Pampa (sobrina de Julio Argentino Roca) y, en su propiedad, creó el primer coto de caza, llamado “Establecimiento San Huberto”, e importó jabalíes desde Europa para poblarlo.
Luro impulsó una importante infraestructura en la estancia, destacándose la imponente casa principal conocida popularmente como “El Castillo”. Sin embargo, tras el estallido de la Primera Guerra Mundial, los visitantes europeos dejaron de llegar y las deudas comenzaron a acumularse para este médico convertido en estanciero.
Como consecuencia de los fracasos empresariales de Don Pedro Luro, algunas especies introducidas lograron escapar del predio. Entre ellas, los jabalíes, que se expandieron sin control por los bosques de caldén en el centro del país, en busca de alimento y territorio.
Olivares contó que, por las características geográficas y por la posibilidad de encontrar alimento, los jabalíes primero se extendieron por todo el sector pampeano y el litoral. Pero la reproducción y la falta de un predador natural hicieron que la invasión avanzara fuertemente.
De esta manera, los jabalíes ingresaron a San Juan por la frontera con San Luis y, por esto, los primeros avistamientos en la provincia fueron en Sarmiento. Hoy en día los animales están en Sarmiento, 25 de Mayo, la zona alejada de Pocito y hasta vieron algunos ejemplares en Cerrillo Barboza, en Rawson.
Hoy por hoy no hay una solución cercana a esta problemática que representa un riesgo para la flora y la fauna local. Pese a que la discusión moral de si es correcto o no hacer este tipo de prácticas, el diputado provincial Leopoldo Soler presentó en la Cámara de Diputados un proyecto de ley para habilitar temporalmente la caza de jabalíes. Desde el Gobierno, entre tanto, aseguran que están estudiando las medidas a tomar, aunque no dieron detalles.
Por qué se convierten en especies invasoras
Los jabalíes no son nativos de Argentina y fueron introducidos por el ser humano, por lo que no tiene predadores naturales en el territorio. Por este motivo, se reproducen sin ningún tipo de peligro.
A esto hay que sumarle su alta tasa de reproducción, su gran capacidad de adaptación a distintos entornos y el daño que provocan tanto en los ecosistemas como en las actividades humanas. Su presencia altera los suelos, desplaza a especies nativas y puede transmitir enfermedades, lo que representa una seria amenaza para la biodiversidad y la producción agrícola.