La abogada María Eleonora Urrutia será la encargada de la secretaría de Educación durante el próximo gobierno de Javier Milei, o de la transición entre las dos gestiones en el área. Esto no fue explicitado. En ese caso, quien mantendría el cargo de secretario de Educación sería Martín Krause, aquel dirigente que en una conferencia elogió la “eficiencia” de la Gestapo, la policía política de Adolf Hitler.
Su dependencia estará dentro del súper ministerio de Capital Humano, a cargo de Sandra Pettovello, el único que tendrá “la billetera abierta”, según confesó el presidente electo.
Urrutia es mendocina de nacimiento, y está casada con el ministro estrella del genocida chileno Augusto Pinochet entre 1985 y 1989, Hernán Büchi. Antes, entre 1983 y 1984, fue ministro de Planificación Nacional.
El economista fue, además, candidato a presidente por el oficialismo de entonces, el pinochetismo, en las elecciones trasandinas de 1989.
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Hernán Büchi y Augusto Pinochet, en plena dictadura chilena.
Tras vivir en Chile, regresó a la Argentina con su familia en 2016.
Urrutia tiene vínculos con la Universidad del Desarrollo en Chile, fundada en 1990, como think thank del neoliberalismo en el continente.
También tiene un máster en Economía y Ciencia Política de ESEADE , un instituto universitario creado en 1978 por Alberto Benegas Lynch (h). Este vínculo con el “máximo prócer de la libertad”, según Milei, sería el nexo entre Urrutia y el presidente electo.
Urrutia es una antifeminista declarada, niega la brecha salarial entre hombres y mujeres; y pone en duda la existencia del cambio climático.
En un artículo de su autoría, publicado por la revista chilena El Líbero en 2018, y a propósito de los 42 años del golpe de estado cívico militar en Argentina, en 1976, apuntó: “La pacífica sublevación militar que destituyó al gobierno de Isabelita gozó de un apoyo irrestricto de parte de todos los partidos políticos, personalidades y estamentos de la sociedad civil de todas las ideologías".
"Durante los días previos al 24 de marzo, las declaraciones de personalidades y las notas de los diarios reflejaban el clima de terror y el pedido de cambio de gobierno", abundó.
Con respecto a los crímenes de lesa humanidad cometidos por los militares genocidas, no los consideró tales ya que “no habían leyes vigentes al momento de los hechos que contemplaran el crimen de lesa humanidad". Inmediatamente reconoció que "el gobierno militar del Proceso de Reorganización Nacional cometió errores y horrores en el marco de la guerra civil desatada por el terrorismo marxista”, pero, sin embargo, consideró que “en absoluto estos fueron en la proporción ni en la dimensión que pretenden endilgarles sus enemigos".
El artículo se titula "La verdad oficial sobre la última dictadura militar argentina", algo que parece obra del editor del medio, ya que la autora nunca utiliza la palabra dictadura, y se refiere al gobierno genocida como “la gestión del Presidente Videla".