“Uruguayos, uruguayos, donde iremos a parar”, se pregunta Jaime Ross en Los Olímpicos. Y Lacalle Pou tendría la respuesta en la punta de la lengua: “Para allá”, diría, mientras señala el Océano Atlántico, con la vista puesta en el Reino Unido. Y “para allá” parece que irá el presidente uruguayo, en una visita que afectaría de manera contundente a la Argentina, ya que iría a negociar la habilitación de viajes a las Islas Malvinas desde Uruguay.
El presidente oriental, una de las espadas del neoliberalismo en América Latina, se reunirá a fin de mes con Boris Johnson en un encuentro sorpresivo, y sobre el que no se notificó oficialmente la agenda a tratar, aunque trascendió el punto que ofende la soberanía nacional en el Atlántico Sur.
Argentina ya ha rechazado en innumerables oportunidades la posibilidad de que terceros países permitan la salida de vuelos a Malvinas, a la par que reclama el restablecimiento de los vuelos entre Punta Arenas y las Islas, con dos escalas mensuales en Río Gallegos.
Argentina fundamenta este pedido en la Declaración Conjunta de Madrid del 19 de octubre de 1989 y el Canje de Notas del 14 de julio de 1999.
No es la primera vez que Lacalle Pou se mete en el tema Malvinas contra los interesas argentinos, Haced poco tiempo, permitió que un Airbus A330 MRTT, avión militar inglés, se reabastezca en Uruguay antes de seguir viaje a las islas. Esto viola todo lo dispuesto por el tratado del Mercosur en cuestiones atinentes a Malvinas, y la carta de la ONU, ya que la organización reconoce el conflicto entre Argentina e Inglaterra.
Además de los vuelos a Malvinas, que desatarían un conflicto diplomático con Argentina, Lacalle Pou iría con la intención de firmar un acuerdo de libre comercio con el Reino Unido, violando la carta del MERCOSUR. El ofrecimiento de el “paisito” como escala a Malvinas para los ingleses, sería una importante carta de presentación.