Las Islas Malvinas, tan queridas por los argentinos, han sido tantas veces maltratadas por parte de funcionarios argentinos que, en muchos casos en momentos claves, habían abusado del alcohol.
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SUSCRIBITELas Islas Malvinas, tan queridas por los argentinos, han sido tantas veces maltratadas por parte de funcionarios argentinos que, en muchos casos en momentos claves, habían abusado del alcohol.
Este parece ser el caso del ex vicecanciller argentino del gobierno de Mauricio Macri, Carlos Foradori, quien, según su par inglés del momento, sir Alan Duncan, en 2016 firmó “tan borracho" un acuerdo sobre las Islas Malvinas que al día siguiente "no podía recordar todos los detalles" del documento.
En su bestseller In the Thick of It, un relato autobiográfico de su paso por el cuerpo diplomático inglés, Duncan sugirió que iban dejando que Foradori fuera ingiriendo vino a medida que avanzaban las negociaciones, que se desarrollaron en la “fabulosa bodega, muy bien iluminada, con las paredes forradas de botellas de Merlot", que está debajo de la embajada inglesa, que funciona en el Palacio Madero Unzué, en Puerto Madero.
Irónico, el ex vicecanciller inglés escribió que “a medida que una botella tras otra iba pasando de la pared de la bodega a la mesa, las negociaciones mejoraban. A eso de las 2 de la mañana nos dimos la mano con un acuerdo general". El pacto fue bautizado como "el acuerdo Duncan-Foradori".
Tras conocerse esta información, este martes la cancillería Argentina, bajo la conducción de Santiago Cafiero, anunció el comienzo de una investigación para determinar la veracidad de los escritos de Duncan, y en tal caso, iniciar una causa contra Foradori "con el objeto de determinar posibles incumplimientos" de los deberes de funcionario público y de las disposiciones establecidas en la ley orgánica del Servicio Exterior de Argentina.
Fuentes de cancillería aseguraron que la acusación podría extenderse a la entonces canciller argentina Susana Malcorra, y hasta al ex presidente Mauricio Macri, ya que “un vicecanciller no podía firmar un acuerdo de semejante importancia sin el conocimiento y la venia de sus superiores”.
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