Desde hace años que la Escuela de Música está en boca de toda la comunidad universitaria porque las instalaciones quedaron chicas y se persigue construir un nuevo edificio, que quedó a medio hacer en un terreno que se ubica cerca, por calle Urquiza. Es un sueño que sigue en espera.
Mientras tanto se está a punto de normalizar la situación del histórico terreno que ocupa la Escuela de Música, de un gran valor inmobiliario, a poco andar del Parque de Mayo. Es que en la Cámara de Diputados se estudia un preoyecto de ley enviado por Marcelo Orrego para terminar con medio siglo de papeleo inconcluso.
Es porque el predio de la Escuela de Música, junto con otros, fue cedido por la Provincia de San Juan a la UNSJ en 1973 para su uso con fines académicos, pero el trámite cuando se dio el gobierno de facto quedó sin completar. Ahora se busca corregir eso. También ingresó a la Legislatura local en el mismo sentido una iniciativa para hacer lo mismo con el terreno del Complejo Universitario Islas Malvinas, más conocido con su sigla CUIM, ubicado en Rivadavia.
Así, el Interbloque Cambia San Juan presentó un proyecto de ley en la última sesión de la Cámara de Diputados local para avanzar con la transferencia del predio que antes de 1973, cuando se creó la UNSJ, era parte de la la Universidad Provincial Domingo Faustino Sarmiento y que fue oportunamente donado.
Larga historia del terreno original
Todo se remonta al 10 de mayo de 1973 cuando se creó la casa de altos estudios y mediante la Ley N°20.367 se autorizaba al Poder Ejecutivo Nacional a aceptar la donación, una vez dictada la correspondiente ley provincial que la efectúe, de varios bienes propiedad de la Provincia de San Juan, con destino a la Universidad Nacional de San Juan.
Los inmuebles que se iban a donar eran los de la Universidad Provincial "Domingo Faustino Sarmiento"; el Colegio, Central Universitario y un inmueble no inferior a 10 hectáreas ubicado en la zona noroeste de la ciudad de San Juan".
Cuando se creó la UNSJ estaba vigente la Ley Orgánica de las Universidades Nacionales, promulgada el 21 de abril de 1967, mediante Decreto-Ley N° 17.245, que determinaba que "constituye el patrimonio de afectación de cada Universidad: a) Los bienes que actualmente le pertenecen; b) Los bienes, cualquiera sea su naturaleza, que siendo propiedad de la Nación, se encuentran en posesión efectiva de las Universidades o estén afectados a su uso al entrar en vigencia la presente ley; c) Los bienes que por cualquier título adquieran en el futuro."
Así, se sancionó en 1973 la Ley 3.867, mediante la cual se aprobó el convenio suscripto entre el Poder Ejecutivo de la Provincia de San Juan y la Universidad Nacional de San Juan, el cual establecía declarar de utilidad pública y sujeto a expropiación el o los inmuebles que el Poder Ejecutivo determine.
El posterior golpe militar de 1976 y la intervención de todas las instituciones, propio de un gobierno de facto, el proceso de adquisición patrimonial por parte del Estado Nacional se vio interrumpido, y el inmueble en cuestión sólo fue expropiado e inscripto a nombre de la Provincia de San Juan, sin llegar a la efectiva aceptación de la donación por el Poder Ejecutivo Nacional, como disponía el artículo 8° de la Ley de creación de la Universidad N° 20.367.
De esta forma, la Universidad Nacional de San Juan viene usufructuado el lugar, desde el momento de la creación de la institución hasta la actualidad.
En este marco, "en pos de dar efectivo cumplimiento a lo dispuesto en las normativas referidas y con el fin de lograr la real incorporación del inmueble al patrimonio de la Universidad Nacional de San Juan", resulta necesario transferir sin cargo el inmueble, por pedido de la UNSJ, según dice el proyecto de ley.
La iniciativa pasó para su estudio en las comisiones de Legislación y Asuntos Constitucionales, y Obras y Servicios Públicos, de manera que una vez votada en el recinto permitirá que la UNSJ escriture el terreno de la Escuela de Música como propio, terminando con este trámite irresuelto durante más de 50 años.
La "maldición" del edificio nuevo sin terminar
Esta situación que tiene que ver con las instalaciones actuales podrá entonces remediarse en el corto plazo. Pero la Escuela de Música sigue arrastrando el sueño sin concretar de su edificio nuevo, más grande y cómodo, el cual fue proyectado y medio iniciado en otro predio ubicado en calle Urquiza, al lado del Auditorio Juan Victoria.
Ahora el imponenente edificio se ve muy avanzado pero no hay financiamiento para terminarlo, lo que se transformó en una pesadilla para las autoridades desde hace más de una década. Un ex rector de la UNSJ llegó a catalogarlo como una "maldición".
"La obra de la Escuela de Música pasó nuevamente a la Universidad y estamos gestionando su continuación", dijo a Tiempo de San Juan el rector de la UNSJ, Tadeo Berenguer.
Por su parte, la vicerrectora Analía Ponce, analizó que "la obra de la Escuela de Música está parada, pero no paralizada, porque nosotros hace seis meses que estamos tratando de gestionar para avanzar y, mejor dicho, para terminarla".
La funcionaria indicó que "no podemos garantizar cómo ni cuándo, es decir, tenemos algunas ideas y las estamos trabajando, pero no podemos garantizar fechas. Lo que sí puedo decir es que no hemos renunciado a entregar dentro de nuestra gestión la Escuela de Música terminada o con un avance significativo. Es una de nuestras causas a las que le dedicamos mayor esfuerzo".
A la vez, valoró Ponce que "es un emprendimiento muy importante y muy grande en términos de los recursos económicos y financieros y humanos que requiere, pero no hemos renunciado a eso".
La historia de este edificio es de vaivenes de todo tipo, marcados por desavenencias políticas y falta de presupuesto, y data desde hace más de medio siglo, cuando se obtuvo el terreno para el proyecto.
Si bien el predio sobre calle Urquiza fue cedido oficialmente en 2006 por el Gobierno Provincial a la UNSJ, ese lugar está destinado para tal fin desde mediados de los años ’60 y la casa de altos estudios estuvo a punto de perderlo.
Como no se había hecho nada, hace unos 15 años, la Cámara de Diputados le reasignó el terreno a la Iglesia Católica para que haga la Basílica de Guadalupe, lo que provocó una reacción de los descendientes del Ingeniero Juan Victoria, que soñaba con la Escuela de Música en ese predio, acción que terminó con la decisión gubernamental de mantener una tercera parte del lugar para el fin universitario.
Tras arreglarse los papeles, se pudo pasar al proyecto arquitectónico que cobró forma en 2008. Y no fue hasta 2014 que se pudo llamar a licitación por un monto inicial de 17 millones de pesos. La empresa Salmax abandonó las tareas en 2015 y las dejó en un 33%, con el edificio –que apenas es una quinta parte del proyecto general- en obra gruesa.
En los años sucesivos hubo varias gestiones truncas, se llamó a nueva licitación pero quedó desierta por falta de oferentes. Luego se hizo otro llamado que cayó porque la oferta fue demasiado alta y logró hacerse una tercera pero ninguna de las empresas que se presentó cumplía con los requisitos.
Se esperaba que la cuarta licitación fuera la definitiva y que en 2022 se pudiera hacer realidad la esperada Escuela de Música de la UNSJ, pero siguen sin poder cortar las cintas.
Es que la empresa Panacam SRL, en 2021 retomó los trabajos y logró avanzar un poco, pero la inflación, la falta de envíos a nivel nacional y la escasez de materiales fundamentales hicieron que los trabajos fueran insostenibles y se fue dilatando la esperada inauguración.
Con las complicaciones de envíos de fondos que se planteó con la llegada del gobierno de Javier Milei, en la casa de altos estudios evaluaron que la obra quede en manos de la UNSJ y no de Nación para poder terminarla. Las autoridades actuales buscan financiamiento, incluso de las empresas mineras que operan en la provincia, pero sin nada concreto todavía.