Cristina Kirchner abrió ayer el Senado para juntar a senadores y diputados peronistas, en otro acto de demostración de apoyo a su figura y encolumnamiento detrás de su liderazgo.
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SUSCRIBITECristina Kirchner abrió ayer el Senado para juntar a senadores y diputados peronistas, en otro acto de demostración de apoyo a su figura y encolumnamiento detrás de su liderazgo.
En ese marco, volvió a plantear el conflicto de la autonomía de la Capital Federal, abundó en lo que ella "lawfare” (el proceso que según ella se lleva adelante en Argentina y otros países de América Latina contra figuras del "progresismo"), y realizó un desagradable comentario sobre la titular del PRO, Patricia Bullrich.
El detonante fue un tuit de Bullrich en el que Cristina recordó que “La presidenta del partido (PRO) sacó un tuit poco inteligente donde dice doce años de gobierno, doce años de condena. Lo escribió, lo firmó”.
El tuit completo de Bullrich decía: "¡SE TERMINÓ! Cristina Fernández de Kirchner: basta de su prepotencia violenta. 12 años de gobierno: 12 años de condena. Esa es su realidad. Víctima es el pueblo que sufrió el robo".
Afectada por el mensaje, agregó: “No sé si era la hora de la tarde, y ya estaba medio... no sé...”.
Inmediatamente Patricia Bullrich salió con una respuesta igualmente dura. Fue por Twitter, y parafraseando al líder británico, uno de los estrategas de la derrota nazi en la Segunda Guerra Mundial: “´Parafraseando a Churchill: yo puedo no tomar, pero usted no puede dejar de ser corrupta´".
El sustento argumental de la vicepresidenta encuentra base en algunas leyendas urbanas que circulan acerca de Bullrich. Una de ellas señala que trató de escabullirse de un control de alcoholemia alguna vez, y que luego, al ser obligada a realizarlo, le dio unas décimas más de lo permitido.
Otro es ese video cuando, a la salida de un restaurant, contestó sobre la portación de armas: "El que quiera andar armado que ande armado, y el que no, no". En ese momento, opositores insistieron en señalar que a Bullrich se le trababa la lengua, como si hubiera bebido en exceso.
Lo cierto es que a vicepresidenta, titular del Senado, concitó el repudio de todo el arco opositor por estas declaraciones innecesarias y que bajan el nivel del necesario debate político en la Argentina.
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