Este martes, fuentes de jerarquía de la Municipalidad de Calingasta confirmaron que no se realizarán las tradicionales celebraciones departamentales de enero y febrero. Los calingastinos no tendrán Fiesta Provincial del Ajo, Fiesta de los Enamorados ni Carnaval. El intendente Sebastián Carbajal dio la orden directa. Hubo indicios sobre la intención de no financiar los eventos, y se esperan manifestaciones de los vecinos.
Según el calendario que publicó el Ministerio de Turismo de San Juan, la primera fiesta estaba programada para el 17 y 18 de enero. Ante la inminencia de la fecha, desde el entorno del jefe comunal dieron la peor noticia: chau eventos culturales. "Es una lástima", lamentó un funcionario. Oficialmente, informaron que "no hay fondos" para costear los eventos.
Sin embargo, hubo varias señales que anticiparon la decisión de Carbajal. La primera fue la exposición de los concejales que evalúan el Presupuesto 2025. La segunda, la partida destinada a fiestas fue drásticamente reducida. Y la tercera, una entrevista del director de Turismo departamental, Mauro Olivera, que relativizó la realización de las celebraciones tradicionales.
En una entrevista radial del jueves, el funcionario de Carbajal apuntó que "el intendente piensa que hay prioridades primordiales a los problemas que existen en el departamento".
En ese sentido, aseguró: "La toma de decisiones sobre las fiestas va de la mano de la plata que sobre después de realizar las defensas aluvionales que la comunidad tanto nos ha pedido. Nuestra prioridad es tener los recursos para hacer esas defensas, y las fiestas estamos tratando de garantizar que las vamos a hacer. No hay nada concreto, las intenciones están, y no queremos gastar la plata de las defensas en las fiestas".
Es decir, el Ejecutivo municipal ya pensaba en la posibilidad de no realizar los eventos. Esa carta juegan los concejales. Las fuentes afirmaron que "desde un principio no había intenciones de hacerlas y esto vino bien para justificarse y exponernos".
Luego, la Municipalidad emitió un comunicado contra el pleno del Concejo Deliberante, que ahora es totalmente opositor a Carbajal, por no dar el OK a un Presupuesto que presentó al límite de los plazos legales. El municipio acusó a los ediles por la tardanza en la aprobación de la ley de leyes: "Provoca dificultades en lo programado en el calendario de fiestas departamentales". Y ahondaron: "Este accionar y toma de decisiones del Concejo no perjudica al Equipo de Gobierno Municipal, sino a todos los habitantes de Calingasta. Por ello se procedió a la suspensión de las tratativas con los artistas para los eventos antes mencionados".
Naturalmente, hubo una respuesta en off y on al intendente. Las fuentes del Concejo indicaron que el Presupuesto para el 2025 fue presentado el 27 de diciembre y no dentro de los plazos indicados. Por otro lado, remarcaron que no fue rechazado, sino que se está estudiando en las comisiones, proponiendo que, en sintonía con la Nación, se prorrogue el Presupuesto del 2024 hasta que se tenga el OK para el nuevo, que representa un total de 8.221 millones de pesos. Incluso se analiza realizar una sesión especial la próxima semana para tratar este tema.
De esta manera, desmienten el comunicado emitido por el equipo de Carbajal, apuntando que se trata de una jugarreta política poniendo a los concejales en el foco de la discusión. Las fuentes del Deliberante, que ahora están en contra del intendente en pleno, dijeron que el accionar de los ediles "está dentro de la ley" y que el Presupuesto debía ser presentado el 30 de septiembre.
Además, comentaron que hay faltantes en partidas clave, como los fondos asignados a Emergencias, e informaron que hubo una drástica disminución de los fondos para las fiestas. Para el 2024, Jorge Castañeda dejó 120 millones de pesos, mientras que para el 2025, Carbajal planificó un gasto de sólo 100 millones de pesos.
En tanto, en un escrito público, los cinco concejales cargaron duramente contra el intendente. "La inacción y la lentitud en la gestión no pueden ocultarse suministrando información errónea a los medios de comunicación", publicaron en las redes sociales.
El conflicto político en Calingasta no es nuevo, pero se profundizó y sobrepasó la mera pulseada entre Carbajal y Castañeda. El jefe comunal incluso se peleó con concejales que ingresaron por su lista y que le respondían. El cacique uñaquista justificó al exintendente y al Concejo con una batería de denuncias judiciales.
En julio, mientras Carbajal denunciaba a Castañeda por faltante de vehículos y herramientas, los concejales que llegaron a la banca de la mano del jefe comunal actual, Patricia Castillo y Santos Domingo Zárate, presentaban una denuncia penal por haber recibido amenazas y tomaban distancia de Carbajal por internas en el Concejo Deliberante.
A medida que avanzaba la investigación, la relación entre Carbajal y Castillo fue para peor, teniendo otro capítulo en la Justicia. Fue en septiembre cuando parte del equipo del actual intendente denunció a Castillo por delitos de usurpación de título y falsificación de documentos, apuntando a una colaboradora contratada por la presidenta del Concejo.
Como si la interna política no fuera poco, desde los distintos sectores económicos/productivos del departamento comenzaron a manifestar su descontento con la gestión de Carbajal y de sus funcionarios. Empresarios y gastronómicos formaron parte de los reclamos contra el Ejecutivo municipal.
En diciembre, se desestimó la denuncia que Carbajal hizo contra Castañeda. La Justicia concluyó que no existían elementos para sostener las acusaciones de apropiación indebida de bienes municipales y mal desempeño en las labores de funcionario público. Un dardo al corazón de una gestión que basó el primer año en la intendencia en presentaciones judiciales.