Un hombre de 31 años que trabaja como changarín fue condenado por abusar de su hermana y de su primo. El sujeto aprovechaba la situación de convivencia para abusar de las dos víctimas que eran menores de edad, a cambio les daba la computadora para que no hablen.
La convivencia facilitó los abusos e hizo que se prolongaran en el tiempo sin ser detectados. Cuando comenzaron los ultrajes, el primo del changarín tenía 7 años y se le proponía un juego en el que tenía que cerrar los ojos mientras era sometido. Esta situación se extendió hasta que el menor cumplió 11 años.
La segunda víctima es la hermana del changarín y padece problemas de esquizofrenia, bipolaridad y epilepsia. Los ataques contra la joven se perpetraron desde que tenía 7 años hasta que cumplió 21.
El abusador acordó un juicio abreviado a través de su defensor, César Jofré y el fiscal Roberto Ginsberg. Este jueves el juez Pablo León homologó el acuerdo y el changarín pasará 8 años preso en el Servicio Penitenciario Provincial.