Después de haber sido identificado por las autoridades, el sujeto que realizó la amenaza de bomba por el show de Lali fue detenido y quedó con prisión domiciliaria hasta que su causa sea formalizada en la Justicia. Se trata de Juan Carlos Salem, un jubilado de 74 años, que realizó el Servicio Militar y que tuvo un breve paso por la Infantería de Marina.
Esos fueron los primeros detalles que trascendieron del hombre que reside en una vivienda de La Bebida, en Rivadavia, domicilio que el miércoles por la siesta fue el blanco de un allanamiento. En el procedimiento, con destellos cinematográficos, pues se vio a efectivos de la Policía y a otros encubiertos ingresar por los techos, se secuestró un arma de fuego y ello complicó su situación.
Por ese motivo, el fiscal Alejandro Mattar de la UFI Genérica, que comandó el operativo, podría imputarlo no sólo por el delito de intimidación pública, sino también por tenencia ilegal de armas de uso civil y por amenazas. Si bien estas tres figuras son excarcelables, la suma de sus penas previstas en el Código Penal podría ponerlo contra las cuerdas.
Fuentes allegadas al caso comentaron que Salem, luego de haber cumplido con el Servicio Militar Obligatorio, allá por el 1970, continuó ligado a las Fuerzas Armadas a través de la Marina. Sin embargo, su carrera no prosperó y, al cabo de unos meses, se desligó. Lo que se comenta es que no habría resistido las exigencias que suponen pertenecer al cuerpo armado, que vela por la seguridad del país.
Con el paso del tiempo, Salem aprendió un oficio y se convirtió en operador de máquinas de gran porte, por lo que se desarrolló en el campo minero por años hasta que se retiró. Actualmente, el ex maquinista se encuentra fuera de la actividad laboral, al menos de manera formal.
Su apellido llamó la atención no sólo por sus orígenes hebreos y árabes, sino también porque un sujeto con el mismo apellido había realizado también una amenaza de bomba, aunque contra el Centro Cívico. Fue Wemer Nair Salem Gasque, de 19 años y de Angaco, quien reconoció la autoría del delito y, en el marco de un juicio abreviado, fue condenado a dos años de prisión condicional. Pese a las coincidencias por el apellido, las fuentes descartaron que existiera un vínculo familiar entre uno y otro.
Está previsto que este próximo viernes, Juan Carlos Salmen sea trasladado con custodia policial hasta Tribunales para la audiencia de formalización. Allí, el hombre que confesó que hizo el llamado al 911 se sentará en el banquillo de los acusados, frente a la jueza de Garantías Irene Mabel Moya. El representante del Ministerio Público, por su parte, le endilgará la comisión de los tres delitos.
La intimidación pública prevé una pena de prisión de dos a seis años, mientras que las amenazas son castigadas con prisión de seis meses a dos años. Por otra parte, la tenencia ilegítima de armas es condenada por el Código Penal Argentino con prisión de seis meses a dos años.
Las fuentes revelaron que Salem reconoció haber perpetrado la amenaza, minutos antes de que comience el show de la artista pop en San Juan, y que después de ello destrozó el chip con el que cometió el delito. Esta acción, para los investigadores, resulta un indicio que refleja la premeditación y la intención de lograr la impunidad. No obstante, el rastreo y la tecnología al servicio de los expertos locales lo dejaron al descubierto.
Fuentes cercanas advirtieron que el ex marino se mostró arrepentido, cuando era increpado por las autoridades. En ese sentido, habría manifestado actuó sin pensar. "Lo hice de pelotudo, nada más", habría expresado quien permanece con prisión domiciliaria.
Pese al supuesto arrepentimiento, el llamado que trascendió fue el más violento y misógino que se registró en la provincia, en medio de una extraña tendencia de amenazas de bomba contra edificios públicos. Aunque el Centro Cívico, las escuelas (como la Boero, en las últimas semanas) y el Hospital Rawson fueron los blancos, pocos podían imaginar que el Cantoni se sumara a la lista. No obstante, fue la primera vez que la motivación de la amenaza fue por una figura en particular.
Cuando en casos anteriores, los desconocidos que realizaron las amenazas pedían dinero o simplemente se limitaban a advertir sobre la presencia de supuestos explosivos, en esta oportunidad, el mensaje fue claro y dirigido hacia la artista que se convirtió en el foco de las críticas por sus pensamientos políticos. “No queremos a esa p... kirchnerista”, expresó.
Pese al revuelo que se generó por la amenaza, parte del público debió ser evacuada para descartar las sospechas y, por tanto, el espectáculo retrasó su inicio. Sin embargo, más tarde se llevó adelante con total normalidad y, al finalizar la puesta escena, Lali se refirió al respecto. Sostuvo que por hechos como este había manifestado que era "triste y peligroso" cómo algunas personas se expresan.
El violento llamado de Salem
Embed - Tiempo de San Juan on Instagram: "“No queremos a esa p... kirchnerista”, el audio de la amenaza de bomba en el show de Lali Espósito Se filtró el llamado que hicieron minutos antes de las 21, hora en que estaba previsto que arrancara el show de la cantante en el Aldo Cantoni. Quien llamó es un hombre y ya estaría identificado. Escuchá el terrible audio. Más info en @tiempodesanjuan #lali #sanjuan #911 #tiempodesanjuan #aldocantoni #llamada #bomba #amenaza"